Los Ancares, un lugar para perderse

“Ancares es sus magníficas cumbres, sus profundos e infinitos valles surcados por ríos y arroyos, sus circos y lagunas glaciares, sus singulares árboles, su perpetuo manto de brezo, sus brañas, sus goladas, sus pueblos perdidos, sus pallozas y hórreos de teito. Todo esto es Ancares. Pero no sólo eso. Falta la melodía de fondo que arrulla todo lo anterior. Una melodía de colores verdes, amarillos, ocres, rojos; y también de sonidos, o más bien de silencios, sólo interrumpidos por el trinar de los pájaros o el corretear del agua. Todo ello en perfecta armonía es Ancares, un rincón del mundo privilegiado, auténtico y recóndito, donde reina la paz, el tiempo se para y uno quiere quedarse para siempre” 


La Sierra de los Ancares, o simplemente Ancares, es una alineación montañosa con forma de arco situada entre Galicia, Castilla-León y Asturias. Aunque pertenece al Macizo Galaico-Leonés, haciendo de frontera natural entre Galicia y la comarca leonesa de El Bierzo, se puede considerar también el extremo occidental de la Cordillera Cantábrica. Administrativamente, la comarca de Ancares se extiende por el NO de la provincia de León, la parte más oriental de la provincia de Lugo y el SO de Asturias (concejos de Ibias y Degaña, al SO de los Parques Naturales de Somiedo y Las Ubiñas).


Historia y primeros pobladores

Los orígenes del término “Ancares” son inciertos. A principios del siglo XX, lo único que se conocía como “Ancares” era un valle en el municipio de Candín (León), que se extendía desde el Puerto de Ancares hasta el Puerto de Lumeiras. Por alguna razón que se desconoce, el nombre de “Ancares” pasó con el tiempo a designar una sierra y una comarca más amplia, tal y como la conocemos hoy en día. Hay quién dice que la extensión del término a Galicia se debió a una empresa muy importante llamada “Compañía Ancares”, la cuál se dedicó a extraer madera en el ayuntamiento de Cervantes en la tercera década del S. XX.

El siguiente plano del montañero Gerardo García Pardo (Club de Montaña de Ferrol), un curioso y meritorio trabajo, nos da una idea de la extensión de la sierra entre O Portelo y el Puerto de Ancares.

Se sabe que estas tierras fueron habitadas hace mucho tiempo por tribus celtas, que se refugiaron en las montañas huyendo del empuje de las legiones romanas. Recientemente, se han encontrado vestigios de campamentos romanos en A Recacha y Granda das Xarras y la multitud de castros que aparecen en zonas altas salpicando la orografía de Ancares son la huella de las luchas que se libraron entre el Imperio Romano y los primitivos pobladores de estas tierras.

Imágenes tomadas de: 
Campamentos romanos de Campaña en el Occidente de Asturias (Menéndez Blanco A, et al, 2013).
Nuevas evidencias de la presencia militar romana en el extremo occidental de la Cordillera Cantábrica (Menéndez Blanco A, et al, Revista de Arqueoloxía e Antigüidade, 2011).

Sus montañas

Sus picos, con altitudes entre 1500 y 2000 m, se alinean en un impresionante cordal medular que se extiende en dirección NE-SO desde el Miravalles al Penarrubia.

Las montañas más emblemáticas de la cuerda principal, ordenadas de mayor a menor altitud, son: el Alto de Cuiña (techo de la Sierra con 1992 m), Miravalles (1966 m), Mostallar o Mustallar (1934 m, techo de los Ancares gallegos), Penalonga (1896 m), Brañutín (1886 m), Pena del Castillín o del Portillín (1881 m), Pico de Lagos o Lanza (1867 m), Corno Maldito (1859 m), Charcas o dos Charcos (1849 m), Penarrubia (1822 m), Peña Venera (1813 m), Pina Neira* (1812 m), Peñas del Chozo* (1807 m), As Merendas (1796 m), Pico dos Tres Bispos (1794 m), Os Penedos de Donís u Os Penedois (1786 m), Penas de Verdía (1762 m), El Gamotal* (1762 m), Alto das Concas* (1736 m), Alto das Becerreiras (1699 m), Alto de Valongo (1683 m), y Alto y Monte da Trapa (1671 m).

(*): las cumbres señaladas con asterisco pertenecen a Sierra Bruteira, cordal que une el Miravalles con el Puerto de Ancares.

Del cordal principal de Ancares parten hacia ambos lados cordales secundarios o pequeñas sierras que delimitan los valles de las vertientes gallega y leonesa:

  • Del Mostallar hacia el E se extienden las Peñas de los Bodegois (1719 m), que hacen de divisoria entre los Valles de Finolledo (al N) y Vilouso (al S).
  • Desde la Golada da Vara parten en dirección O-NO la Serra das Maseiras y la Serra do Pando, que separan el Valle del río de Brego (al S) del Valle del río da Vara (al N) y cuya cumbre más alta es el Fieiró de Deva (1643 m).
  • Desde la Campa de Tres Bispos, parte en dirección NO un pequeño cordal sin nombre en los mapas que separa el Valle del río do Ortigal (al NE) del Valle del río da Vara (al SO). Sus cumbres son redondeadas y rondan los 1600 m de altitud: Pico de Bois (1641 m), Teso do Val da Felpa (1596 m), Pena Golosa (1548 m), Penales de Ortigoso (1588 m) y Teso de Fieiró (1622 m).
  • Desde el Pico de Lagos se extienden hacia el NO, entre los Valles de Veiga Cimeira y del río Ortigal, la Sierra de Villous y la Serra do Agulleiro, cuya cumbre más representativa es el Pico do Agulleiro (1684 m).

Su cara agreste y escarpada

Aunque Ancares tiene fama de ser una sierra «amable» y de perfiles suaves y redondeados, esconde sin embargo un lado oscuro y agreste, del que forman parte las escarpadas e inaccesibles laderas de algunos de sus picos y ciertas crestas rocosas, cuyo paso aéreo entraña cierta dificultad.

Entre las caras verticales que albergan los canales más espectaculares de la sierra están por ejemplo la cara N de Dos Hermanitos, la cara NE del Mustallar, la cara E del Penalonga y la cara E del Lourantín.

Y entre los pasos complicados están los de El Campanario, Pena del Castillín, Os Penedois, Pico de Campo Longo y la Arista NE del Miravalles.


Sus límites, «Los Confines de Ancares»

El territorio abarcado por la comarca de Ancares siempre ha sido tema de debate, pero no obstante, los límites naturales meridionales, orientales y occidentales están más o menos bien establecidos: por el S, la Tierra del Bierzo; por el SO, la Sierra del Caurel; por el O, el Serrón da Pena da Hedra y la Serra do Piornal; y por el E, la Vega del río Cúa.

Sin embargo, por el N y el NE, las fronteras son más difíciles de definir. Aunque hay quien ve en el Puerto de Ancares, otrora Puerto de la Magdalena, el límite septentrional de la sierra; lo cierto es que está mucho más aceptado que el Pico Miravalles y sus estribaciones norteñas pertenecen a Ancares, y que es a partir de ellas cuando la sierra se difumina hacia tierras asturianas y el remoto Valle de Fornela. Entre estos cordales nororientales se incluyen:

  • Las Sierras del Mingatón y de Campuliares, que separan el Valle de Santadores (León) del Valle de Luiña (Asturias): Pico Mingatón (1841 m), El Portelín (1765 m), Cerro de Campuliares (1655 m) y el Pico de Cinso o Cinsa (1727 m).
  • La Sierra de la Corredoira (1961 m) y sus ramificaciones:
    • la Cuerda de los Forcadones: Serra Cagaya (1807 m), Alto de los Forcadones o das Lagúas (1798 m) y Alto de Verdi o del Campazón (1511 m).
    • el Cerro de la Pesca o Flairín del Rebezo (1872 m) y la Sierra de Cienfuegos, también fronteriza con el Principado y prolongación natural de Ancares hacia la Cordillera Cantábrica.
    • y la Loma de Peña Dueña y los cuatro picos que conforman su extensión suroriental, en los que muchos ven el confín de Ancares: El Botete o el Alto del Mozo (1924 m), el Alto del Carballín o Picón Penedoins (1835 m), el Ferreira o Alto del Tabillón (1907 m) y Peña Portillina o Rebecera (1819 m).

Sus refugios, brañas, lagunas y Circos glaciares

Al pie de algunos picos podemos encontrar refugios donde resguardarse (Puerto de Ancares, Cuiña, Brego, Charcas). Algunos, como el de la Braña de Suárbol, ubicada entre el Cuiña y el Penalonga, nunca llegaron a terminarse.

Antiguo proyecto del Refugio de la Braña de Suárbol, entre el Penalonga y el Cuiña (año 1990)

Fotografías cedidas por Xan Ramírez y dibujo de Gerardo García Pardo, Club de Montaña de Ferrol.

Y también hay lagunas, pequeñas pero muy hermosas. Algunas de ellas forman parte de aparatos glaciares más amplios, como es el caso del Pozo Ferreira o Laguna glaciar del Cuiña y de las Lagunas de Vilouso, ubicadas al pie del Circo glaciar de Corno Maldito y el Pico de Campo Longo.

El Valle glaciar de Pionedo alberga 4 circos glaciares ubicados en su margen izquierdo (occidental): el de Monte Agulleiro (orientación N), el de la Golada da Toca (orientación NE), el del Pico Lanza o de Lagos (orientación N) y el del Mustallar (orientación NO).


Sus valles y sus ríos

Uno de los grandes atractivos y signos de identidad de Ancares son sus impresionantes valles, caracterizados por la exuberante vegetación que coloniza sus laderas y fondos. Por ellos bajan los ríos desde las cumbres hacia la cuenca del Sil, en El Bierzo (valles orientales leoneses) o hacia la cuenca del Navia, en Lugo (valles occidentales gallegos y asturianos).

En la vertiente leonesa hay cuatro valles principales, que de NE a SO son: Fornela (río Cúa), Ancares (río Cuiña y sus afluentes Miravalles, de la Vega y Seco), Burbia (río Burbia y sus afluentes Vilouso, Porcarizas, Lameiros, Tejeira), y Balboa. Dentro de ellos, alrededor de 50 pueblos distribuidos entre los municipios de Balboa, Vega de Espinareda, Villafranca del Bierzo, Fabero, Páramo del Sil, Palacios del Sil, Villablino, Peranzanes y Candín.

Una excepción a la norma de que los ríos de esta vertiente son tributarios del Sil son los regos que confluyen en Balouta (Regueiro de Arneiroso, Río del Acebalón y Río de Santadores), los cuales confluyen en el río Balouta, cuyas aguas terminan en el río Navia pasando por el Rao.

En la pequeña vertiente asturiana de Ancares encontramos el Valle del río Ibias, afluente del Navia, que constituye el límite septentrional de la sierra, separándola de la Reserva Natural de Muniellos y del Parque Natural de las Fuentes del Narcea, Degaña e Ibias. Y además, el pequeño Valle del río Luiña, afluente del Ibias que nace a los pies de la Sierra de la Corredoira y el Pico Miravalles. Los municipios de esta vertiente son Ibias y Degaña.

Los arroyos de la vertiente gallega son en su mayoría tributarios del Rao y del Ser, quienes a su vez los son del río Navia. Los valles más relevantes son, de N a S: de Barrialín, de la Vega, da Veiga Cimeira, do Ortigal, das Pontes, da Vara y de Brego. Los municipios de esta vertiente galaica son: As Nogais Becerreá, Baralla, Cervantes, Navia de Suarna y Pedrafita do Cebreiro.


Sus pueblos

En el fondo de los valles o en lo alto de pequeños cerros que dominan los mismos, encontramos preciosos, recónditos y olvidados pueblos donde el tiempo y la vida parecen haberse detenido hace muchos años. Ena la vertiente lucense están entre otros Piornedo, Vilarello, Xantes, Robledo, As Pontes, Donís, Moreira, Deva. Y en la vertiente leonesa, Suárbol, Balouta, Candín, Pereda de Ancares, Tejedo de Ancares, Burbia y Balboa.


Sus construcciones (pallozas, hórreos, ermitas, castillos)

Las expresiones de arquitectura popular más características de Ancares son las pallozas y los hórreos, muchos de los cuales son a 4 aguas y con «teito» (tipo asturiano). Las pallozas son construcciones prrerromanas típicamente ancaresas que estuvieron habitadas hasta 1970. Son de planta circular u oval de entre 10 y 20 m de diámetro, tienen una pared baja de piedra y están cubiertas por un tejado vegetal, normalmente de centeno. Muchas de ellas están muy bien conservadas y otras han visto recubierto su techo original por otro de chapa como medida de protección anti-deterioro. El pueblo que alberga una mayor concentración de las mismas es Piornedo, unas 14. Una preciosa ruta de senderismo denominada «Ruta de las Pallozas de los Ancares Lucenses«, permite visitar la mayor parte de las que quedan en pie en la vertiente gallega de la sierra.

Además, pequeñas capillas y antiguos castillos se levantan en perfecta armonía con el entorno.


Su vegetación

La vegetación varía según la altitud y la orientación de los montes. En los fondos de los valles y en altitudes bajas se encuentran castaños, avellanos, alisos y sauces. Por encima de los 1000 m de altitud, los robles (carballos en gallego) se entremezclan con áreas de brezo y también abundan los acebales y abedulares, acompañados de serbales de los cazadores y tejos. Los montes orientados al norte muestran bosques más variados, con carballos, arces, avellanos, mostajos, acebos y abedules. En los sotobosques abundan los arándanos y en los valles de origen glaciar hay zonas con vegetación propia de turberas. A partir de los 1700 m, en el piso subalpino, la vegetación arbórea es sustituida por un matorral bajo de brezo blanco, piornos, tojos, enebros rastreros y zonas de pastizales.


Su fauna

En su fauna destacan dos especies endémicas de la cordillera Cantábrica, la liebre de piornal y el urogallo cantábrico, así como el oso pardo. No obstante, con lo que es más fácil encontrarse cuando uno camina por Ancares son rebecos, aves rapaces, caballos y ganado vacuno pastando en libertad. Y todo ello sin olvidar a mastines y perros de montaña, auténticos todoterreno anónimos, que partiendo desde el Albergue o desde los distintos pueblos suelen acompañar al montañero en sus travesías.


Sus senderos

Y por último, más allá de sus montañas, lagunas, barrancos y valles, Ancares es sus senderos. Si bonito es crestear por sus picos, desde los que se toca el cielo y se disfruta de una vista infinita, adentrarse en sus hermosas y vírgenes veredas es sumergirse en un mundo mágico, donde el agua en forma de pequeños regos y a menudo la niebla, son las protagonistas, donde los gnomos corretean a nuestra espalda y los árboles nos abrazan, privándonos del inmenso cielo pero sumiéndonos en la más dulce melancolía.

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Todo esto y mucho más es Ancares, un rincón único en el mundo, en el que uno, por más que vaya, no deja de descubrir y sentir cosas nuevas. Un lugar para perderse…


Rutas

Descubre algunas de las múltiples rutas que se pueden realizar por Los Ancares en el siguiente enlace de nuestro blog:

Rutas de senderismo por Los Ancares
Pedaleando por Los Ancares: de Campa da Braña al Alto de Balouta


Agradecimientos: a Xan Ramirez, del Club de Montaña de Ferrol, quien siempre de forma desinteresada me ayuda con la toponimia, corrige mis errores y enriquece mi blog con sus buenas fotografías.