Os Penedos de Donís (1786 m), o simplemente Os Penedois, es una pequeña cresta multipico perteneciente al cordal medular de Los Ancares, ubicada entre As Merendas y el Pico dos Tres Bispos.
Os Penedos de Donís (1786 m).
Cuerda de Ancares hacia el NE vista desde Tres Bispos.
Os Penedois vistos desde As Merendas.
Su vertiente noroccidental, la más vertical y escarpada, conforma con el Pico dos Tres Bispos un pequeño Circo glaciar que asoma a la cabecera del Valle del río do Ortigal (Lugo).
Cabecera del Valle del río do Ortigal visto desde la Campa de Tres Bispos.
Cuerda de Ancares desde la subida a Tres Bispos.
Cuerda de Los Ancares hacia el Valle del río do Ortigal vista desde la Serra de Villous.
Circo glaciar del Tres Bispos (dcha) y Os Penedois (izda).
Ladera NO de Os Penedos de Donís.
Vertiente NO de Os Penedois.
Su otra ladera, la SE, algo más suave y arbolada, asoma al paraje de As Charcas, en la cabecera del leonés Valle de Porcarizas.
Vertiente SE de Os Penedois desde la bajada a la Golada das Brañas.
Ladera SE de Os Penedois.
La cresta está formada por tres riscos. Los más altos son los de los extremos (ambos de 1786 m de altitud), mientras que el risco central es de 1769 m.
Las tres cimas de Os Penedos de Donís vistas desde Tres Bispos.
Risco septentrional de Os Penedois.
Cimas central y meridional vistas desde la cima septentrional.
Cima meridional de Os Penedois vista desde el lado de Tres Bispos.
En la cima meridional de Os Penedois.
El paso por su cumbre es un poco aéreo y con cierta dificultad técnica, aunque es ancho y si no hay nieve ni hielo se pasa perfectamente sin ayuda de material. Viniendo desde el Charcas y As Merendas, en la parte final hay que hacer un pequeño destrepe por su margen izquierdo para sobrepasarlo. Con nieve y hielo, la cosa cambia y son necesarios crampones, piolets y casco.
Bajando por la parte más complicada del paso de Os Penedois.
Me gusta Os Penedois por su perfil escarpado, por las vistas de los dos valles que separa y porque su paso, obligado para el que quiere recorrer la cuerda de Ancares, supone un pequeño reto técnico. Por todo ello es sin duda una de mis montañas favoritas.