De Piornedo al Albergue de Ancares (Campa de Fieiró) por la Cuerda de los Ancares gallegos

“La Sierra de Ancares es silencio, es perderse en montañas olvidadas, retrotraerse al pasado, cuando hombre y naturaleza convivían sin reglas ni normativas de por medio. Ancares es cumbres agresivas desde las que se divisan valles infinitos. Y en primavera es acebos, en los que ahora conviven viejos frutos rojos que todavía quedan de la Navidad pasada con las nuevas flores blancas y pequeñas. También es robles y serbales de los cazadores, es brezo que tapiza de violeta la falda de sus montañas. Ancares es uno de esos pocos lugares del mundo en los que todavía la mano del hombre parece no haber dejado su deletérea huella…”

FUENTE DE INFORMACIÓN: Cartografía del Instituto Geográfico Nacional, visor Iberpix 4.
FOTOGRAFÍA: Canon EOS50D.
ZONA: Sierra de Los Ancares, provincias de León y Lugo, Comunidades de Castilla-León y Galicia.
DESDE: Piornedo (1100 m), Lugo.
CERCA DE: Suárbol, Piornedo, Vilarello, Balouta.
ÉPOCA: mayo de 2015. Tiempo despejado. Tª: 10-25 ºC.
TIPO DE RUTA: lineal, solo ida.
NIVEL DE DIFICULTAD: moderado.
Datos descargados de GPS GARMIN: Longitud: 17,41 km. Desnivel acumulado positivo: 1232 m. Desnivel acumulado negativo: 939 m. Cota máxima: 1932 m. Cota mínima: 1042 m. Tiempo empleado: 8 h. 
MATERIAL: GPS, senderismo (sin nieve). Raquetas, piolets, crampones, casco (con nieve, hielo).
AGUA: Fuente en Piornedo. Se cruza el río da Veiga Cimeira.

Descárgate la ruta y accede a más información (mapas, waypoints, altimetrías) en el siguiente enlace de Wikiloc:
De Piornedo al Albergue de Ancares (Campa de Fieiró) por la Cuerda de los Ancares gallegos

ITINERARIO:
Piornedo (1100 m) – O Campo – Chao Grande – Campo Redondo (1354 m) – Mallada del Mostallar (1699 m) – Mostallar (1934 m) – Pena del Portillín o del Castillín (1881 m) – Pico Lanza o de Lagos (1866 m) – Corno Maldito (1859 m) – Charcas (1849 m) – As Merendas (1796 m) – Os Penedois (1786 m) – Tres Bispos (1794 m) – Campa das Ovellas (1703 m) – Campa de Tres Bispos (1576 m) – Golada do Medio (1483 m) – Campa de Ortigoso (1460 m) – Albergue de Montaña “Club Ancares”, Campa de Fieiró (1356 m).

EL ENTORNO:
Descubre más acerca de la zona en los siguientes enlaces de nuestro blog:
Los Ancares
Piornedo

LA RUTA:
Preciosa ruta que partiendo del pueblo de Piornedo recorre el cordal de los Ancares gallegos casi íntegro (a excepción del Penarrubia y el Penalonga), terminando en uno de los lugares más emblemáticos para los montañeros de esta zona, el Refugio o Abergue de Ancares (Campa de Fieiró).

Salimos de Piornedo, al lado de la preciosa Capilla de San Lourenzo. Con 35 habitantes, la gran mayoría octogenarios, Piornedo es un pueblo recóndito, fotografiado por sus pallozas y con frecuencia aislado del mundo por las nieves del invierno. Allí comienza la subida al mítico Mostallar o Mustallar, que con 1934 m de altitud es el techo de los Ancares gallegos.

El sendero, con una pendiente media del 15% en esta primera parte, asciende inicialmente hasta O Campo, donde encontramos matorrales característicos de la zona como piornos, toxos y xestas. Desde allí, seguimos hasta que nos encontramos con una llanura herbácea mayor que la anterior llamada Chao Grande. En esta pradera salen dos caminos, cualquiera de ellos nos va a llevar hasta Campo Redondo, lugar frecuente de pasto, al que llegamos tras un corto descenso y donde cruzamos el río Veiga Cimeira por un puente de madera.

Al otro lado del río tomamos un empinado sendero empedrado que nos llevó hasta una pradera en la zona de Pena Longa, donde hay restos de una cabaña que servía de albergue a pastores y montañeros.

Con una pendiente más o menos mantenida, continuamos subiendo paralelos al río da Veiga Cimeira, para posteriormente desviarnos un poco a su izquierda hasta llegar a la Mallada del Mostallar (1699 m), collado que asoma al Valle del recién nacido río Burbia y separa el Penalonga del Mostallar.

Tras un breve descanso, afrontamos la muy exigente ascensión por la arista NO del Mostallar hasta su cumbre (1934 m). La subida se hace pegados a la vieja valla oxidada de separación entre Galicia y León y es una rampa de apenas 900 m en la que superamos 225 m de desnivel (pendiente media del 25%).

Desde la cumbre las vistas son impresionantes, pudiéndose divisar Ponferrada, las Médulas, el Valle del Burbia, todo el cordal de Ancares desde el Miravalles hasta el Penarrubia, Peña Ubiña e incluso los Picos de Europa. Desviándonos del cordal un poco hacia el este, nos asomamos a la impresionante caída hacia las Peñas de los Bodegois, con el Valle del Burbia como telón de fondo.

Tras un suave y corto descenso, nos encontramos con el escollo de la amenazadora Pena del Portillín o del Castillín (1881 m). Su paso por la cima es complicado. No lo habíamos hecho nunca y hay que utilizar las manos y tener mucho cuidado. La alternativa razonable es bordear la Peña bajando un poco por su derecha, lo que no tiene apenas dificultad salvo que la hierba resbala un poco (es lo que hicieron los niños).

Superado el peñón, disfrutamos de una excelente vista de las Lagunas de Villouso, al tiempo que nos encaminamos al siguiente pico, el Lanza o Lagos (1866 m).

Las vistas desde el Lanza son espléndidas, sobre todo de los Valles de Villouso y del río do Ortigal. Además, se pueden contemplar a la perfección las cumbres de nuestros dos siguientes objetivos, la redondeada cumbre de Corno Maldito y la triangular silueta del Charcas.

Para subir a Corno Maldito (1859 m) hay que desviarse de la senda del cordal por una trocha que lleva a su cima. Aparenta ser puntiagudo, pero arriba es redondeado y, a diferencia del Charcas, carece de hito de piedras.

Bajando por la ladera opuesta, nos reincorporamos a la senda cimera a la altura del collado entre Corno Maldito y Charcas, para desde allí subir a este último (1849 m), también llamado “Pico dos Charcos”.

Antes de afrontar el paso de Os Penedois, una pequeña montaña olvidada en los mapas, As Merendas (1796 m). En realidad puede obviarse por su derecha, pero la pasamos por su cumbre para rendirle honores.

El precioso paso de Os Penedois (1786 m), también llamado “Os Penedos de Donís“, es algo aéreo, pero ancho y en esta época se pasa sin problemas y sin necesidad de material. En la parte final hay que hacer un pequeño destrepe con ayuda de las manos por su margen izquierdo.

Dejando atrás Os Penedois, en apenas 500 m coronamos el último pico del día, Tres Bispos (1794 m).

Tras disfrutar de la vista de todo el cordal recorrido, iniciamos el descenso. Para ello, bajamos hasta la Campa das Ovellas (1703 m) y desde allí a la Campa de Tres Bispos (1576 m), donde dicen que muchos años atrás se reunían los obispos de Lugo, León y Asturias para comentar asuntos mundanos. Ignorando un sendero que sale desde la campa en dirección sur hacia la Golada de Vara, nos incorporamos de frente a una pista que nos condujo por la izquierda del Pico de Bois y Teso do Val da Felpa hasta la Golada del Medio, Campa de Ortigoso (1460 m) y finalmente el Albergue de Anacares. En el camino, los inigualables “colores de Ancares”.

El Refugio-Albergue de Ancares fue inaugurado en 1970, siendo el primer centro de turismo rural de la provincia de Lugo. Ubicado a 1350 m de altitud en el idílico paraje de la Campa de Fieiró (Cervantes), desde su comedor acristalado se tienen unas vistas espectaculares de la sierra de Pando y el Valle del Rebordelos. Fue concebido con mucho mimo y detalle como Parador o pazo. Prueba de ello es que para tallar la piedra de cantería que reviste sus paredes se fueron a buscar obreros a la localidad pontevedresa de Forcarei. Pasado un tiempo cayó en el ostracismo y tras casi 4 décadas de funcionamiento cerró sus puertas en 2006. Años más tarde, el club de montaña Ancares volvió por suerte a ponerlo en funcionamiento.

En resumen, fantástica ruta que nos permitió recorrer la mayor parte de las míticas cumbres de los Ancares gallegos. La he catalogado de “dificultad moderada” por la distancia recorrida (casi 18 km), el desnivel acumulado positivo (1232 m), el acumulado total (casi 2200 m) y los pasos de Os Penedois y Pena del Portillín. La ruta la hicimos con niños, tranquilamente, parando a comer y a hacer fotos.