Camiño dos Corzos y Mirador de Carbueira: una de las sendas más hermosas de Las Fragas del Eume

Esta semana os invito a conocer una de las mejores rutas de senderismo del Parque Natural de las Fragas del Eume, el Camiño dos Corzos, una variante de la Senda dos Cerqueiros para acceder al Mirador de Carbueira. El recorrido, de poco más de 9 km y 300 m de desnivel, es técnicamente fácil y apto para prácticamente todos los públicos.

Partimos de la carretera DP-5002 a su paso por Pena da Aiga (km 1,5). Si subimos desde A Visura, como 1 km antes de coronar el Alto de A Neveira (donde hay un repetidor), tenemos un gran cartel que hace de puerta de entrada a Las Fragas. Un poco después, vemos a mano izquierda la salida de la Senda dos Cumios de Sanguiñedo, y casi a continuación, la salida de la Senda dos Cerqueiros, cuyo primer tramo es común con nuestra ruta.

El camino, prácticamente una pista, arranca bajando en suave pendiente por el margen derecho de un valle, cuyo titular, el Rego do Teixeiro, nace ligeramente a la izquierda de nuestro punto de partida. Al fondo vemos el Eume, el “Señor de las Fragas”.

Tras aproximadamente 1 km, frente a un pajar, abandonamos la Ruta dos Cerqueiros desviándonos a la derecha por el Camiño dos Corzos, una antigua senda que unía las aldeas de Teixeiro y Os Esterqueiros.

El primer tramo, en el que cruzamos tres regatos por sendas pasarelas de madera, discurre entre monte bajo tapizado de brezo y toxos, zonas de pinar y pastizales.

Unos 300 m después de pasar el último de los riachuelos, nos topamos con una doble cancela que hace las veces de puerta de entrada a la Fraga de Lioibos.

La espectacularidad y riqueza de este bosque autóctono, poblado mayoritariamente por carballos y castaños, pero en el que no faltan abedules, ameneiros, acebos, alisos y líquenes, es la razón por la cual este camino está considerado uno de los más hermosos de las Fragas do Eume. La frondosidad es tal que apenas entra la luz. Las copas de los árboles cubren la senda por completo convirtiéndola en un pasillo abovedado, en el que solo ocasionalmente se abre una pequeña ventana desde la que se atisba a lo lejos el Cañón y el Encoro do Eume.

Por la ladera bajan 3 arroyos que normalmente anegan el camino, pero que en época estival apenas llevan agua. El primero (sin nombre) y el segundo (Rego de Lioibos) se cruzan sin mayor problema por terreno llano.

Sin embargo, para vadear el tercero (Rego dos Esterqueiros) hay que hacer un corto pero pronunciado descenso, que en mojado puede ser resbaladizo.

Superado el pequeño escollo, el sendero sale a campo abierto durante unos 300 m, en los que discurre entre helechos y carballos jóvenes, para luego girar a la derecha y retomar la subida por un bosque rico en acebos.

Allí nos topamos con un camino más ancho, por el que giramos a la izquierda para adentrarnos en un precioso abedular.

Abedular del Monte Fraga dos Cerqueiros.

Saliendo del mismo, el camino muere de nuevo en la Senda dos Cerqueiros, a la que nos incorporamos hacia la derecha. Escasos metros más adelante, encontramos una bifurcación en la que giramos a la izquierda hacia el mirador, al que llegamos en apenas 400 m pasando por las ruinas de Os Esterqueiros.

Intersección con la Senda dos Cerqueiros (derecha).

El Mirador de Carbueira («Miradoiro da Carbueira o Carboeira» en Gallego) es uno de los 4 grandes balcones desde los que se puede admirar el Encoro de Eume, junto a los de Teixido, Penedo Empardado y Pena do Teixo. Está ubicado a 550 m de altitud, sobre el Barranco de A Panda y el Monte da Carboeira, en el margen S del embalse. Las vistas del río trazando amplios meandros, mientras sus aguas son retenidas en el encoro por la enorme presa ubicada al NO, son sencillamente espectaculares.