Tramacastilla de Tena-Laguna Turbia-Punta de los Calcines-Tarmañones-Punta de la Cochata-Embalses de Escarra y de las Paúles

FUENTE DE INFORMACIÓN: Cartografía del Instituto Geográfico Nacional, visor Iberpix 4.
FOTOGRAFÍA: iPhone 11 pro.
ZONA: Valle de Tena, Alto Gállego, Pirineo oscense.
DESDE: Tramacastilla de Tena (1224 m).
CERCA DE: Sandiniés, Escarrilla, Piedrafita de Jaca, Búbal, Saqués, Panticosa, Sallent de Gállego.
ÉPOCA: febrero de 2020. Tiempo: despejado. Nieve parcheada. Tª: 5-10 ºC.
TIPO DE RUTA: circular.
NIVEL DE DIFICULTAD: moderado.
Datos descargados de GPS SUUNTO Ambit 3: Longitud: 23,14 km. Desnivel acumulado positivo: 993 m. Desnivel acumulado negativo: 993 m. Punto más alto: 1973 m. Punto más bajo: 1247 m. Tiempo empleado: 8 h 38 min.
MATERIAL: GPS, senderismo, bastones (sin nieve). Raquetas, crampones, piolets, casco (con nieve o hielo).
AGUA: fuentes en Tramacastilla y Sandiniés (2). Se vadea el río Gorgol y se cruzan los Arroyos Betato, de los Tarmañones y de la Casuña. Embalses de Escarra y las Paúles.
TIPO DE FIRME: sendero, campo a través, pista forestal, carretera (1,6 km).

ITINERARIO:
Tramacastilla de Tena (1224 m) – carretera a Escarrilla (HU-V-6101) – Sandiniés – Laguna Turbia (1623 m) – Cruce del Barranco del Arroyo Betato – Caseta Camposulians (1650 m) – Cruce del Arroyo Betato – Punta de los Calcines (1927 m) – Collado de los Sarriales (1916 m) – Pimendalluelo o Punta Tarmañones (1966 m) – Collado de Tarmañones (1753 m) – Punta de la Cochata (1908 m) – Collado de Tarmañones – Embalse de Escarra (1620 m) – Camino de Sallent a Escarra por Pacino – Cruce del río Gorgol – Pista del Circo de Balsera – Ibón de Tramacastilla o de las Paúles (1675 m) – Pista de la Partacua – carretera HU-V-6101 – Tramacastilla de Tena.

Descárgate la ruta y accede a más información (mapas, waypoints, altimetrías, fotos) en el siguiente enlace de Wikiloc:
Tramacastilla de Tena-Laguna Turbia-Punta de los Calcines-Tarmañones-Punta de la Cochata-Embalses de Escarra y de las Paúles

EL ENTORNO:
Descubre más detalles acerca de los picos en los siguientes enlaces de nuestro blog:
Pimendalluelo o Punta Tarmañones
Punta de la Cochata

El Valle de Tena (en aragonés Val de Tena) está situado en la comarca del Alto Gállego, en el pirineo aragonés y está surcado por el río Gállego de norte a sur. Es fronterizo con el valle francés de Ossau, con el que se comunica a través del paso de Portalet d’Aneu. El límite meridional se encuentra en la Foz de Santa Elena, que lo separa de la Tierra de Biescas, mientras que los límites oriental y occidental los constituyen los valles de Broto y del río Aragón, respectivamente. Su capitalidad la ostenta la villa de Sallent de Gállego. Es uno de los valles más extensos y poblados del Pirineo. Tiene una superficie de unos 400 km² y su altitud oscila entre los 600 metros en su parte más baja hasta superar los 3.000 m en muchas de sus cimas (Balaitus, Gran Facha, Argualas o los Picos del Infierno). Cuenta además con dos grandes embalses: Lanuza y Búbal. Entre sus pueblos destacan: Sallent de Gállego, Lanuza, Escarrilla, Sandiniés, Tramacastilla, Piedrafita de Jaca, Hoz de Jaca y El Pueyo de Jaca. Los tensinos, como se llama a sus habitantes, tienen por patrona a Santa Elena, a quien se venera en un legendario santuario enclavado en la entrada misma del valle. Hasta allí realizan diversas romerías a lo largo del año, siempre muy concurridas.

Algunos valles del Pirineo, entre los que se encuentra el Valle de Tena, se dividían históricamente en quiñones, un tipo de demarcación geográfica propia de esta zona de montaña y especialmente extendida entre los siglos XVI y XVIII. El Valle de Tena lo configuraban tres quiñones: Sallent, Panticosa y La Partacua. El primero lo formaban los pueblos de Sallent de Gállego y Lanuza; el segundo, Panticosa, El Pueyo y Hoz; y el tercero, Tramacastilla, Sandiniés, Escarrilla, Piedrafita, Búbal y Saqués. Los quiñones compartían leyes y privilegios, administrados siempre por las periódicas Juntas Generales del Valle, manteniéndose vigentes hasta 1836.

Tramacastilla de Tena (Tramacastiella de Tena en aragonés) es una localidad española perteneciente al municipio de Sallent de Gállego, en el Alto Gállego (provincia de Huesca, Aragón). Está ubicada en el Valle de Tena, a 1224 m de altitud. Como se ha dicho, junto con Sandiniés, Escarrilla, Piedrafita, Búbal y Saqués, Tramacastilla conformaba el quiñón de la Partacua o Partagua, uno de los tres territorios históricos en los que se dividía el Valle de Tena. 

Bibliografía: Tomado y modificado de Wikipedia: Valle de Tena, Tramacastilla de Tena.

LA RUTA:
Nuestra ruta de hoy es una circular que parte de Tramacastilla de Tena, asciende a la Laguna Turbia, a dos cumbres del Macizo de Tarmañones (Punta de los Calcines y Pimendallelo) y a la Punta de la Cochata, regresando por el Embalse de Escarra y el Ibón de las Paúles.

Día despejado, mejor de lo que anunciaban las previsiones. Tan sólo una ligerísima bruma atenuaba el precioso colorido del Valle de Tena. Salimos de Tramacastilla (1224 m) subiendo por la carretera que va a Escarrilla (HU-V-6101). A los 800 m, encontramos una glorieta: a la izquierda, tras una barrera, la “Pista de la Partacua” (por la que hicimos la vuelta); a la derecha, la carretera sigue hacia Escarrilla. Nosotros continuamos de frente y entramos en Sandiniés.

En la plaza, donde hay una bonita fuente, un letrero de madera nos señala el camino hacia la Laguna Turbia. Atravesamos el pueblo y en su extremo NO, al lado de otra fuente, tomamos una pequeña carretera o pista asfaltada por la que sigue la llamada “Ruta de las Casetas“, cuyo arco sur vamos a seguir parcialmente hasta la Caseta de Camposulians.

Cien metros después, abandonamos el asfalto desviándonos por una pista a la izquierda indicada como “Ruta de las Casetas por Susarrato”. Al fondo, en la lejanía, divisamos dos de nuestros objetivos, el Tarmañones y la Punta de la Cochata, y un poco más a la derecha, la Punta del Pacino.

Seguimos subiendo, ignorando primero un ramal que sale a la derecha en dirección a los refugios del arco norte de la Ruta de las Casetas y posteriormente otro a la izquierda hacia Punta Bubón y las Casetas Puyaldos, Grallera y Fueracastán.

Con las nevadas cumbres de la Sierra de la Partacua presidida por Peña Telera frente a nosotros, llegamos a una bifurcación más amplia en la que seguimos por la derecha (el camino de la izquierda desemboca en la Pista de la Partacua).

Unos 350 m más arriba, ignoramos otro desvío a la izquierda por el que también se puede subir a la Laguna Turbia pasando por las Casetas de O Cambé y O Corralé.

Continuamos subiendo de frente y tras otro par de bifurcaciones, en las que seguimos primero por la izquierda y luego por la derecha, encontramos una cancela. Al otro lado de la misma, el camino se bifurca y tomamos el ramal de la izquierda.

Un poco más adelante, a unos 1570 m de altitud, la pendiente da una tregua y a pesar de que el camino continúa de frente, nos desviamos a la derecha para subir por la ladera hacia la laguna. De entrada no hay sendero evidente y hay que atravesar un pequeño bosque de bojs. Pasado éste, encontramos alguna trocha por la que progresar. A media subida, cruzamos una valla de alambre por una zona habilitada a tal efecto.

Al otro lado, ya hay un sendero más definido que conduce directamente al extremo este de la Laguna Turbia. Esta pequeña balsa, ubicada a 1623 m de altitud en la vertiente SE de la Punta de los Calcines y el Pimendalluelo, se alimenta del Manantial del Rocio (que está unos metros más arriba). Al contrario de la vez anterior que estuvimos aquí, en la que lucía un agua transparente, hoy estaba turbia, haciendo honor a su nombre 😜.

Desde allí, continuamos en dirección N subiendo más o menos fielmente por el sendero de la Ruta de las Casetas. Hacia el NO, divisamos nuestro próximo objetivo, la Punta de los Calcines. Tras cruzar el Barranco del Arroyo Betato, llegamos al pie de la Caseta Camposulians (1650 m).

Aunque desde la caseta se puede ascender directamente a la Punta de los Calcines por su arista E, nosotros preferimos remontar el cauce del Arroyo Betato. Primero lo hicimos por su margen derecho siguiendo un sendero bien definido y después, tras cruzar por segunda vez el regajo, por su margen izquierdo alternando trochas con cómodos tramos campo a través por pastos alpinos.

Al llegar a la altura del nacimiento del arroyo, encaramos la ladera para ganar la cuerda y completar por ella la ascensión a la Punta de los Calcines (1927 m).

La cima es amesetada y redondeada, pero las vistas son muy buenas, especialmente las de La Partacua totalmente desplegada.

En un suspiro, tras una rápida bajada al Collado de los Sarriales (1916 m) y apenas 300 m de subida por la ladera, nos plantamos en la cima del Pimendalluelo o Punta Tarmañones (1966 m). Allí encontramos a 3 veteranos montañeros franceses y nos sacamos fotos mutuamente porque el lugar lo merece. Las vistas en 360º son fantásticas.

El descenso por la cara N del Pimendalluelo es empinado y la presencia de resbaladizos neveros complicaron un poco la cosa. Como pasa a veces, no estaba para crampones pero se iba mal sin ellos. Enfrente, la impresionante y amenazadora silueta piramidal de la Punta de la Cochata. Para mi, que nunca había estado aquí, su cima puntiaguda se me antojaba inalcanzable, aunque divisé un grupo de montañeros encaramados en lo alto y me empezó a entrar el gusanillo.

Terminamos la bajada en el Collado de Tarmañones (1753 m), al pie de la Punta de la Cochata. No entraba en mis planes el subirla, pero le pregunté a los que acababan de descender y me dijeron que era más fácil de lo que parecía.

Esta preciosa y singular cumbre es en realidad un mallo* asentado sobre una amplia base de derrubios, que se yergue sobre el Embalse de Escarra y los Barrancos de la Tallata y Escarrilla. Aunque desde la lejanía parece inaccesible, lo cierto es que se puede subir a ella tanto por su arista SO (vía normal), como por su arista N (vía de escalada de dificultad media).

(*) Mallo: formación geológica vertical a modo de aguja o pináculo rocoso, originado por la sedimentación de aluviones detríticos arrastrados por los torrentes y las morrenas glaciares hacia la Depresión del Ebro. Se formaron en el periodo terciario, hace más de medio centenar de millones de años, durante la orogenia Alpina del Eoceno y Mioceno (Cenozoico). Son típicos del Valle del Ebro y de las Sierras del Prepirineo. Están formados por roca o cantos rodados rodeados de arcilla y arena y cementados por cal. Los mallos quedan expuestos cuando el agua y el viento erosionan el material blando o roto que los rodea. 

La vía normal es simplemente muy empinada y algo aérea, pero apta para los que somos montañeros aficionados y no escaladores. Arrancamos desde el collado. La primera parte de la ascensión consiste en superar el canchal de la base hasta encontrar un estrecho sendero bien definido que remonta la empinada ladera herbosa. Justo al pasar el resalte o punto de inflexión entre la ladera y la aguja, afrontamos el tramo más escarpado, en el que usaremos puntualmente las manos o no según nuestras capacidades. Ya en la parte superior, la senda se desvía a la izquierda para superar una corta chimenea y luego vira hacia la derecha hasta la cima. Si no nos percatamos del desvío hacia la chimenea, cosa que me pasó a mi, tomaremos una alternativa directa a la cima que requerirá una elemental trepada algo vertiginosa sobre el filo del espolón.

La cima de la Punta de la Cochata (1908 m) es estrecha y aérea si te asomas a sus caras N y E, pero hay sitio hasta para sentarse y disfrutar cómodamente de la privilegiada vista. Todo un espectáculo !!!

Contentos por haber subido, descendimos del pico por el mismo camino (esta vez sin confundirnos en la chimenea).

Al llegar al collado, tomamos un sendero a la derecha que nos bajó cómodamente hasta el extremo oriental del Embalse de Escarra (1620 m).

Una vez abajo, desembocamos en una pista, el llamado “Camino de Sallent a Escarra por Pacino“. Lo tomamos hacia la izquierda (por la derecha se va a la presa y al Barranco de Escarrilla) y sin más dificultad que el atravesar tramos nevados, bordeamos el embalse por el S hasta su extremo occidental, desde el que se tiene una muy buena perspectiva del mismo. En el camino, atravesamos el Barranco del Arroyo de los Tarmañones. Al otro lado del embalse, contemplamos la vertiente meridional del Cerro de Izas y el Pico de los Tres Hombres, por detrás de los cuales se extiende la Estación de esquí de Formigal.

Superada la cola del embalse, dejamos a la derecha el Valle del río Escarra. Este afluente del Gállego nace al pie del imponente Pico de Escarra, en el Circo de Balsera, y desde allí desciende hacia el embalse que lleva su nombre.

Siguiendo hacia el S y ya con La Partacua enfrente, el camino cruza un incipiente río Gorgol para desembocar en una pista que baja desde el Circo de Balsera y el Refugio de la FAM. Como el río llevaba mucha agua, retrocedimos unos metros para cruzarlo por un sitio más favorable.

Nos incorporamos a la nueva pista hacia la izquierda y tras unos 600 m de suave subida, en los que en dirección NE podemos admirar la Punta Pimandayuelo (no confundir con su vecino Pimendalluelo o Punta Tarmañones), llegamos al Ibón de Tramacastilla o de las Paúles (1675 m).

Un poco más adelante, nos cruzamos con la Pista de la Partacua, que hacia la derecha sube para adentrase en el Valle de Lana Mayor. Nosotros continuamos por la izquierda.

A partir de aquí, ya todo es bajada hasta Tramacastilla, unos cómodos y relajados 8 km, en los que podemos disfrutar de excelentes vistas de la Sierra de la Partacua y el Valle de Tena.

La ruta es larga (23 km) y el desnivel acumulado positivo no es despreciable (1000 m), lo que determina su dureza. El recorrido tiene dos partes bien diferentes: la primera mitad es un sube y baja físicamente exigente, mientras que la segunda es un cómodo paseo por el plácido entorno de los ibones. Desde el punto de vista técnico, no plantea mayores problemas, salvo el ya comentado escollo de la Punta de la Cochata. Con nieve y hielo, la cosa será diferente.

Para los que no vivimos en estas tierras es siempre un privilegio poder disfrutar, aunque solo sea de vez en cuando, del impresionante paisaje pirenaico. La ruta de hoy es puro Valle de Tena, un pequeño paraíso en el corazón de los Pirineos lleno de pueblos con encanto, construidos en piedra y pizarra, rebosantes de tranquilidad; de intrincados barrancos; y de amplios valles, rodeados de una sucesión interminable de escarpadas cumbres nevadas y en los que reposan hermosos lagos de color verde esmeralda. No os sorprendáis si a lo largo del recorrido se os escapan varios uau !!! 😳😜