Pico Penarrubia desde el Albergue de Ancares

Esta ruta se la dedico a mi querido padre, con quien hace ya muchos años ascendí a este pico por primera vez. A él le debo muchas cosas buenas, una de ellas, que de su afán por ir a Cabeza de Manzaneda todos los veranos nació mi amor por la montaña.

FUENTE DE INFORMACIÓN: Cartografía del Instituto Geográfico Nacional, visor Iberpix 4.
FOTOGRAFÍA: iPhone 11 Pro.
ZONA: Sierra de Los Ancares, provincias de Lugo y León, Comunidades de Galicia y Castilla-León.
DESDE: Albergue de Ancares (1350 m), Lugar de la Campa de Fieiró, Cervantes, Lugo.
CERCA DE: A Campa da Braña, A Degrada.
ÉPOCA: agosto de 2021.
TIPO DE RUTA: circular.
NIVEL DE DIFICULTAD: moderado.
Datos descargados de GPS SUUNTO Ambit3: Longitud: 25,3 km. Desnivel acumulado positivo: 1260 m. Desnivel acumulado negativo: 1260 m. Cota máxima: 1822 m. Cota mínima: 1150 m. Tiempo empleado: 1 día 2 h 09 min (con vivac en el Refugio de Brego). Tiempo en movimiento: 7 h 08 min.
MATERIAL: GPS, senderismo (sin nieve). Raquetas, crampones, (con nieve, hielo).
AGUA: Fonte da Vara. Se cruza el Río de Brego, el Rego das Forcadas y el Regueiro do Barcal.
TIPO DE FIRME: pista, sendero, trocha.
SEÑALIZACIÓN: no.

ITINERARIO:
Albergue de Ancares, Campa de Fieiró – Golada do Medio (1483 m) – Campa de Tres Bispos (1576 m) – Campa das Ovellas (1703 m) – Pico dos Tres Bispos (1794 m) – Campa Sur de Tres Bispos (1730 m) – Golada das Brañas (1661 m) – Alto da Trapa (1671 m) – Monte da Trapa (1645 m) – Golada da Trapa (1586 m) – Alto de Valongo (1683 m) – Golada de Valongo (1609 m) – Alto das Becerreiras (1699 m) – Golada de Cardiadelos (1597 m) – precima 1 (1625 m), Calangros de Brego – precima 2 (1664 m) – collado (1653 m) – precima 3 (1670 m) – Penas de Verdía (1762 m) – Pico Penarrubia (1822 m) – Penas de Verdía – Golada de Cardiadelos – Campa de Brego (1365 m) – Río de Brego – Rego das Forcadas – Refugio de Brego (1410 m) – Golada da Vara (1467 m) – Monte da Vara – As Mestas – Ruinas de Cabana Vella (1197 m) – Regueiro do Barcal – Albergue de Ancares.

Descárgate la ruta y accede a más información (mapas, waypoints, altimetrías, fotos) en el siguiente enlace de Wikiloc:
Pico Penarrubia desde el Albergue de Ancares

EL ENTORNO Y LA MONTAÑA:
Descubre más acerca de la Sierra de Los Ancares y el Penarrubia en los siguientes enlaces de nuestro blog:
Los Ancares
Pico Penarrubia

LA RUTA:
La ruta de hoy asciende al Pico Penarrubia desde el Albergue de Ancares por la cuerda del Tres Bispos y los Altos da Trapa, de Valongo y das Becerreiras, regresando por la Golada da Vara y Cabana Vella. Nosotros la hicimos en dos etapas, pernoctando en el Refugio de Brego.

Dejamos el coche junto al Albergue de Ancares (1350 m), en la Campa de Fieiró, enclave mítico de esta sierra, antigua sede del Club Ancares y punto de partida de muchas rutas. Qué pena verlo cerrado !!!

Día incierto en Ancares, nublado y un poco fresquito, de esos que puedes no ver nada desde las cumbres por la niebla o puede abrir y ser un espectáculo. Comenzamos a caminar en suave pendiente ascendente por la pista, al principio asfaltada, que sale en dirección SE por la izquierda del cruceiro dedicado a la Madre Maravillas (carmelita descalza, 1891-1974).

Enseguida llegamos a un paso canadiense, después del cual, el camino se bifurca. Por la derecha será por donde volvamos.

A partir de ahí, la pista, ya de tierra, discurre por la ladera S de la Cuerda del Teso de Fieiró, cruzando un pequeño rego y pasando por un abrevadero y el Mirador (hoy sin vistas) de Francisco Bernis (ornitólogo, 1916-2003).

Un poco más adelante, la pendiente nos da una tregua en la Golada do Medio (1483 m), al fondo de la cual ignoramos un ramal que sube a la izquierda hacia Pena Golosa y el Pico de Bois.

Retomando la subida, llegamos a la Campa de Tres Bispos (1576 m), donde dicen que antaño se reunían los obispos de Lugo, Asturias y León.

Al fondo de la campa salen dos senderos en dirección S. Continuamos por el de la izquierda, el más evidente, que arranca junto a un hito de cemento. Se trata de un single-track con bastante pendiente, que asciende entre piornos, brezo y brotes de carballo. Nada difícil técnicamente, pero pica bastante hacia arriba. A media subida, tras rodear por el S una precima sin nombre (1714 m), tomamos un respiro en la Campa das Ovellas (1703 m), ubicada en la cabecera del Valle del río do Ortigal.

Desde allí a la cima del Pico dos Tres Bispos (1794 m) restan apenas 400 m, un último esfuerzo en los que superamos casi 100 m de desnivel.

En un día despejado, las vistas de los tres valles sobre los que se alza el pico (Brego, Porcarizas y do Ortigal) son espectaculares. Hoy no se llegaba a ver ni el Penarrubia ni el Mustallar ni el Cuiña, sumergidos en las nubes, pero sí los valles y el resto de las montañas circundantes. Una gozada !!!

Con la niebla pisándonos los talones, descendimos del pico por su arista SE a través de una trocha perfectamente definida entre el brezo, hasta llegar a la Campa Sur de Tres Bispos (1730 m). Abajo a nuestra izquierda, podemos ver el paraje de As Charcas, donde nace el río Porcarizas, y uno de sus dos refugios (el superior).

Al fondo del prado, nos incorporamos hacia la izquierda al sendero que viene desde la Campa das Ovellas para bajar hasta la Golada das Brañas (1661 m), un collado a caballo entre los Valles de Brego y Porcarizas. Un poco a la derecha, nace el Río de Brego.

La senda continúa en dirección S por la Loma da Trapa, en cuyo extremo N está el Alto da Trapa (1671 m), al que se llega sin mayor problema. Desde allí, podemos ver a la izquierda el otro Refugio das Charcas (el inferior), ubicado bajo la Caborca de Suastallas y conocido como la «Cabaña de Pérez».

En el otro extremo, en el S, está el Monte da Trapa (1645 m), hasta el que hay que bajar un poco pasando por algún peñasco intermedio.

Desde allí, bajamos a la Golada da Trapa (1586 m), a la que por el NO llega un sendero desde As Forcadas y desde el que parte otro hacia la Golada de Valongo (por el que podríamos obviar la subida al Alto del mismo nombre). Al fondo del collado hay dos bonitos acebos piramidales, desde los que se tiene una buena vista atrás del Monte da Trapa.

En un abrir y cerrar de ojos, el Alto de Valongo (1683 m), nuestra siguiente cumbre, quedó envuelto en una espesa niebla. De hecho, ya en la cima, tuvimos que tirar de GPS para no seguir hacia el Monte de Valo y encontrar la trocha de bajada a la Golada de Valongo (1609 m). Qué fácil es desorientarse en Ancares con la niebla !!! Por suerte, llegando al collado volvimos a tener visibilidad. La Golada de Valongo, ubicada entre los Valles del Arroyo de Valongo (o de los Lameiros) y el Valle de Brego, es un lugar frecuente de pasto y tradicionalmente, era el paso natural que comunicaba Porcarizas (León) con Doiras (Lugo).

La senda de subida al Alto das Becerreiras (1699 m) serpentea un poco entre el matorral, por la derecha de la vieja valla de alambre que separa tierras bercianas y gallegas. Una vez en la cima, merece la pena dejarse caer unos metros por el cortafuegos hacia la Golada de Carballal para contemplar los valles leoneses de los Lameiros (a la izquierda) y de Tejeira (derecha). La cumbre del Penarrubia estaba oculta entre las nubes, lo que nos hizo temer lo peor en cuanto a poder disfrutar de las vistas.

El descenso hasta la Golada de Cardiadelos (1597 m) lo hicimos por la arista O, atrochando como pudimos entre el brezo. Luego, desde la subida al Penarrubia, vimos que es más fácil descender un poco hacia el N hasta encontrar una vereda que baja directamente al collado. Desde la golada, acabalgada entre los Valles de Tejeira y Brego, se tiene una bonita vista del primero de ellos.

En este punto, iniciamos la subida final al Penarrubia, del que nos separan 4 precimas. La única con nombre propio es la cuarta, las Penas de Verdía. La primera (1625 m) es una pequeña loma sobre los Calangros de Brego, en cuyo alto encontramos dos estacas metálicas. Hoy, la senda que sube por los Calangros estaba recién desbrozada, mucho más cómoda que otras veces.

Desde la segunda precima (1664 m), que tiene una escarpada ladera SE hacia el Monte de Carballal, ya se ve la cima del Penarrubia.

A la tercera precima (1670 m), que está rematada por otra estaca metálica, se accede fácilmente desde un pequeño collado (1653 m) con una estupenda vista del Valle de Tejeira. Enfrente, la impresionante pared rocosa de las Penas de Verdía y a sus pies, abajo a nuestra derecha, vemos el Lago Forrón (hoy seco, solo se apreciaba la verde pradera del fondo).

A partir de ahí, afrontamos el tramo más duro de la ascensión, unos 500 m por una cresta rocosa hasta alcanzar la cima de las Penas de Verdía (1762 m), en los que superamos 100 m de desnivel (pendiente media del 20%).

Desde arriba, vemos totalmente desplegado el Valle de Tejeira. De frente, a apenas 1 km, el cuerno del Penarrubia, a su izquierda, el Monte dos Penedois y, en un segundo plano, el Monte de Pena Cabalar.

Las dos pequeñas lomas que nos separan de la base del pico se recorren cómodamente. Al acercarnos, impresiona la cara NE, una pared vertical de roca sobre la Vertiente de Cales.

Tras dejar a la izquierda un espectacular canal, iniciamos el ataque final a la cima. La senda se bifurca. Lo más fácil es subir por la izquierda, pero hoy fuimos por la derecha rodeando la cumbre hasta su extremo S para contemplar la escarpada cara E del pico (merece la pena).

Deshaciendo unos metros lo andado, ascendimos a la cima del Penarrubia (1822 m) por el O. No es difícil, pero supone una pequeña trepada. Ojo arriba, que no hay mucho espacio para maniobrar y cualquier resbalón o despiste puede ser fatal !!!

Las vistas desde la última gran cumbre de Ancares, se mire para donde se mire, son espectaculares.

Descendimos del pico, ahora de forma más fácil, por su cara N y luego seguimos por el mismo camino de la ida hasta la Golada de Cardiadelos.

Una vez en el collado, giramos a la izquierda para coger una estrecha vereda que nace en el borde de la arboleda y baja hasta la Campa de Brego. La salida no se ve y es mejor tirar de GPS para encontrarla porque el matorral ha crecido mucho.

A los pocos metros, encontramos una bifurcación, en la que tomamos el ramal de la derecha. Recordábamos la senda más diáfana de otras ocasiones y nos sorprendió lo tupida que estaba. Se baja bien, pero hay que apartar alguna que otra rama. En cualquier caso, la frondosa fraga por la que desciende es una preciosidad.

Pasado un pequeño bosque de acebos, desembocamos en un sendero un poco más definido que baja del Lago Forrón y continuamos por él hacia la derecha.

Unos 400 m después, cruzamos una valla de alambre que deben de tener para que no se escapen las vacas (eso explica por qué se va cerrando la senda) y completamos la bajada hasta la Campa de Brego (1365 m). En lo alto del valle se puede ver el refugio, final de nuestra primera etapa.

Buscando el mejor sitio para ello, vadeamos el Río de Brego y remontamos el valle por su margen derecho. Pasada una zona de turberas un tanto anegada, dimos con una trocha por la que, tras cruzar el Rego das Forcadas y la doble alambrada que lo delimita, alcanzamos el Refugio de Brego (1410 m).

Encontramos el refugio tal y como me había anticipado Xan Ramírez (Club de Montaña Ferrol): impecable, limpio y completamente equipado para sobrevivir unos días. Cuatro literas, mesa para comer con taburetes, chimenea con «lixo» preparado, barbacoa, botiquín…un lujo !!! Enhorabuena a los que con tanto esfuerzo lo han dejado así. Enseguida bajó la niebla, se hizo de noche y agradecimos la lumbre porque la temperatura cayó drásticamente. Cena para reponer fuerzas y a los sacos. Me gustaría decir que fue una noche bucólica, pero el constante tintineo de los cencerros de las vacas que rodeaban el chozo mitigó el placer del sueño. Aún así, una experiencia única !!!

Amanecimos descansados y con fuerzas renovadas. Un buen desayuno, recogimos todo, barrimos, repusimos el lixo y reanudamos la marcha cruzando por segunda vez el Rego das Forcadas y subiendo por un sendero a la Golada da Vara (1467 m), un pequeño collado a caballo entre los Valles del río de Brego y del río da Vara.

Desde allí, seguimos de frente (dirección NO) por el Camiño de Cabana Vella, que desciende con bastante pendiente hacia las profundidades del Valle del río da Vara. Preciosa bajada, paralela al río, por un auténtico pasadizo verde que atraviesa una de las mayores reservas de acebos de Los Ancares. La gran frondosidad, unida a la alta humedad, favorecen también el crecimiento de abundantes musgos y líquenes.

Llegando abajo, encontramos agua. Primero, la de una hermosa fuente cuyo caño emerge como por arte de magia entre la espesa vegetación; después, la de un rego que baja desde la Campa de Tres Bispos y que pasa bajo el sendero en busca del río da Vara; y finalmente, la de este último, con el que llegamos casi a contactar al terminar la bajada.

Sin disfrutar apenas de un metro llano, de nuevo tocó subir. Alejándonos del río, que se va hacia la izquierda en busca del río das Cales, remontamos por la ladera de As Mestas el curso de uno de sus afluentes, el Regueiro de Barcal, hasta alcanzar las Ruinas de Cabana Vella (1197 m).

Este lugar fue el antiguo emplazamiento de un aserradero perteneciente a la Maderera Bosques de Cervantes. La empresa, fundada en 1942, explotó estos bosques durante varias décadas, siendo Cabana Vella una de sus muchas instalaciones. Al parecer, un teleférico transportaba la madera desde O Portelo hasta este punto. Hoy por hoy, el estado de las construcciones, que se extienden a ambos lados del Regueiro do Barcal, es lamentable, fruto del más absoluto abandono. En el mapa del IGN se nombra a este punto como «Vivac de Cabana Vella», pero nada más lejos de la realidad.

Pasadas las ruinas, el camino remonta, haciendo varias zetas, la ladera S de Os Penales de Ortigoso. El bosque, plagado de acebos, abedules, serbales de los cazadores y robles tapizados de líquenes que lloran sus ramas, es sencillamente espectacular, de esos que hacen de Ancares un lugar único en el mundo.

Ya casi arriba, dejamos a la derecha un abrevadero, poco antes de cruzar entre las dos grandes pilonas que hacen las veces de «puerta del Valle del río da Vara». A partir de ahí, el valle se abre ante nosotros en toda su amplitud y podemos identificar y valorar desde las alturas el recorrido que hemos hecho, así como las Serras das Maseiras y do Pando.

La pista termina desembocando en el camino de ida, por el que finalmente regresamos al Albergue.

Desde el punto de vista técnico, el recorrido carece de complicaciones, con la pequeña salvedad de la trepada a la cima del Penarrubia si se decide hacer por el oeste. La dureza viene determinada por la distancia (25 km) y por el desnivel acumulado positivo de casi 1300 m.

En resumen, una de las travesías más bonitas que se pueden hacer por los Ancares gallegos. La ruta es muy completa y variada, ya que incluye un primer y último tramos de «valle» (los de los ríos da Vara y de Brego), en los que nos sumergimos en la exuberante vegetación ancaresa, y un tramo central de «cuerda», en el que disfrutamos de unas inmejorables vistas de las montañas y de seis profundos y solitarios valles de esta sierra. En el camino, dos de los picos más emblemáticos de Ancares, el Tres Bispos, con su espectacular circo glaciar compartido con los Penedos de Donís, y el Penarrubia. Este último, la última gran cumbre de Ancares por el suroeste, es para mi una las montañas más bonitas de la sierra, por su singular silueta y por su vertical, rocosa y escarpada cara este. La noche en el Refugio de Brego, un recuerdo inolvidable.