Desfiladero de la Yecla desde Santo Domingo de Silos

FUENTE DE INFORMACIÓN: Cartografía del Instituto Geográfico Nacional, visor Iberpix 4. 
FOTOGRAFÍA: iPhone 6s.  
ZONA: Desfiladero de la Yecla, Peñas de Cervera - Espacio Natural Protegido de la Yecla y los Sabinares del Arlanza, provincia de Burgos.  
DESDE: Santo Domingo de Silos (1007 msnm), provincia de Burgos.  
CERCA DE: Santo Domingo de Silos, Hinojar de Cervera, Hortezuelos.  
ÉPOCA: mayo de 2019. Tiempo soleado.  
TIPO DE RUTA: lineal, ida y vuelta. 
NIVEL DE DIFICULTAD: bajo.  
Datos descargados de GPS iPhone 6: Longitud: 7,28 km. Desnivel acumulado positivo: 214 m. Desnivel acumulado negativo: 214 m. Cota máxima: 1120 m. Cota mínima: 970 m. Tiempo empleado: 1 h 46 min (con calma y paradas para fotos). Tiempo en movimiento: 1 h 33 min.   
MATERIAL: GPS, senderismo.  
TIPO DE FIRME: sendero, carretera.  
AGUA: no hay fuentes. Se cruza el río Mataviejas.
SEÑALIZACIÓN: mediante paneles colgados en árboles y postes.

ITINERARIO:
Santo Domingo de Silos – Cruce del río Mataviejas – Las Huertas – Los Morales – Los Tobazos – Carretera BU-910 sentido Aranda de Duero – Desfiladero de la Yecla – BU-910 – Los Tobazos – Los Morales – Las Huertas – Cruce del río Mataviejas – Santo Domingo de Silos.

Descárgate la ruta y accede a más información (mapas, waypoints, altimetrías, fotos) en el siguiente enlace de Wikiloc:
Desfiladero de la Yecla desde Santo Domingo de Silos

EL ENTORNO:
El Desfiladero de la Yecla es una estrecha y profunda garganta generada de forma natural por las aguas del Arroyo El Cauce, un afluente del río Mataviejas, que a lo largo de millones de años ha ido horadando y modelando las paredes calizas de las Peñas de Cervera, dando lugar a abruptos escarpes con diversidad de formas. Este precioso capricho de la naturaleza está ubicado en la provincia de Burgos, al lado de Santo Domingo de Silos y forma parte de un Espacio Natural Protegido más amplio conocido como “El Desfiladero de la Yecla y los Sabinares del Arlanza“. Este parque se extiende a lo largo de 26000 hectáreas por la vertiente SO de la Sierra de la Demanda y abarca, además del mencionado desfiladero, el Valle medio del Arlanza, las Peñas de Cervera, el Cañón del Mataviejas, la Meseta de Carazo, el Monte Gayubar y la Sierra de las Mamblas. Aquí se localiza uno de los más extensos y mejor conservados sabinares de Europa, con ejemplares que superan los 2.000 años de vida. La “Sabina albar” (Juniperus thurifera, que significa “productora de incienso”) es una especie arbórea superviviente de épocas prehistóricas que puede medir hasta 4 m de altura y se caracteriza por sus hojas rudas al tacto dispuestas de forma muy tupida, su corteza de color pardo-grisáceo y por unas bolitas de color azulado recubiertas de una capa blanquecina que nacen de sus ramas y desaparecen al tocarlas. Su madera es rojiza y antiguamente se usaba como repelente de insectos, pues al arder desprende un aroma parecido al incienso. Además de la sabina, en el parque encontramos también masas de encinas, quejigos y rebollos. En cuanto a la fauna, predominan las aves (buitre leonado, águila perdicera, halcón peregrino, gavilán, azor y alimoche), aunque también habitan mamíferos como el lobo, el corzo, el jabalí, el gato montés, la gineta y algunas nutrias. De entre todos ellos, destaca de una forma especial el buitre leonado. El relieve rocoso, con grandes cortados calizos prácticamente inaccesibles, ha favorecido el desarrollo de más de 100 parejas de esta especie que son fácilmente visibles sobrevolando las crestas.

El Pasaje de La Yecla es un pasadizo de unos 600 m de longitud que atraviesa el angosto desfiladero de norte a sur. Una sucesión de puentes y pasarelas colgantes nos permiten caminar sobre el Arroyo El Cauce, el cual discurre por el fondo de la estrecha y profunda garganta formando pozas, cascadas y “marmitas de gigante” (también llamadas “kettle“: formación geológica de origen fluvio-glaciar consistente en depresiones o cavidades formadas en los cauces de los ríos por acción de la corriente). Algunos de sus tramos apenas superan los dos metros de ancho. La bajada y la salida al pasaje se efectúa junto a las entradas de los dos túneles de la BU-910, Silos-Caleruega, a 3 kilómetros de Santo Domingo de Silos.

A pocos kilómetros y formando un triángulo irrepetible, encontramos tres joyas patrimoniales de categoría universal que nos recuerdan que el hombre, cuando se lo propone, no sólo es capaz de destruir sino también de crear: las ruinas del Monasterio de Arlanza, la Villa de Covarrubias y el Claustro románico de Santo Domingo de Silos.

LA RUTA:
La ruta de hoy recorre el Pasaje de la Yecla, accediendo a él desde Santo Domingo de Silos.

Dejamos el coche a la entrada de Santo Domingo de Silos según llegamos desde Aranda de Duero por la BU-910. En el extremo oeste del monasterio tomamos un camino por el que, en apenas unos metros, cruzamos el río Mataviejas.

Tras atravesar una zona de huertos, pasamos por un par de bifurcaciones en las que seguimos por el ramal de la derecha.

Continuamos hacia el SO por un terreno llano, siempre paralelos al cauce del río Mataviejas y pasando por la zona de Las Huertas, Los Morales y Los Tobazos, terminamos desembocando en la carretera BU-910.

Giramos a la izquierda (sentido Aranda) y tras unos 800 m de suave subida caminando por el lateral de la calzada llegamos a la entrada al desfiladero, la cual está a la izquierda, justo antes del túnel y señalizada con una inscripción pintada sobre una gran roca.

Una escalera nos desciende hasta el fondo de la garganta y cuando parece que ya no se puede avanzar más, sorteamos una cornisa de roca y nos adentramos en un espacio verdaderamente curioso, el Pasaje de la Yecla, unos 600 m de serpenteo a lo largo de un estrecho pasillo por el fondo del desfiladero, con el arroyo a nuestros pies y los buitres sobrevolando los verticales cortados de roca caliza.

El camino termina en la entrada sur del desfiladero, donde tenemos dos opciones: deshacer lo andado o subir hasta la carretera y regresar por el túnel. Nosotros optamos por la primera de ellas.

Una vez en la BU-910, regresamos a Santo Domingo de Silos por el mismo camino de la ida.

Y como homenaje final, una comida en el convento franciscano de San Francisco de Silos (año 1301) y la obligada visita al claustro románico del Monasterio de Santo Domingo de Silos.

La abadía benedictina de Santo Domingo de Silos es un precioso templo en el que arquitectura, pintura, escultura, música y canto gregoriano conviven en perfecta armonía para crear una atmósfera única. Su claustro románico ha sido siempre el centro de la vida monástica y es una joya guardada durante siglos por los monjes de la Orden de San Benito. Arquitectónicamente, tiene dos niveles superpuestos: el claustro inferior y el claustro superior. El claustro de abajo es de dos épocas: las galerías Oriente y Norte son de la segunda mitad del siglo XI; en cambio, las galerías Poniente y Sur son del siglo XII. El plano solar forma un rectángulo, con 16 arcos en las galerías Norte y Sur y 14 en las galerías de Oriente y Poniente. El claustro superior se construyó a finales del siglo XII.

Esta ruta, inspirada por nuestro querido Jaime, ha estado enmarcada en un conjunto de actividades programadas durante el viaje que realizamos por la Ribera del Duero con el “Grupo Fantástico”, con motivo de la celebración del 50 cumpleaños de la mayoría de sus miembros. Vino, lechazo, castillos, claustros, abadías y paseos como éste que hoy describo, han servido para adornar una bonita reunión cuyo elemento fundamental es una amistad que, como el vino de la Ribera del Duero, envejece con esmero y se enriquece con los años…