Ruta de las Fuentes Medicinales de Noceda y Cascada de la Gualta (Sierra de Gistredo, Bierzo Alto)

FUENTE DE INFORMACIÓN: Cartografía del Instituto Geográfico Nacional, visor Iberpix 4.
FOTOGRAFÍA: iPhone 14 Pro.
ZONA: Sierra de Gistredo, Bierzo Alto, Montes de León.
DESDE: Iglesia Parroquial de San Pedro ad Vincula (832 m), Noceda del Bierzo, provincia de León.
CERCA DE: Noceda del Bierzo, Toreno, Folgoso de la Ribera, Bembibre.
ÉPOCA: abril de 2023.
TIPO DE RUTA: circular.
NIVEL DE DIFICULTAD: moderado.
Datos descargados de GPS GARMIN Fénix 7: Longitud: 13,25 km. Desnivel acumulado positivo: 642 m. Desnivel acumulado negativo: 642 m. Cota máxima: 1286 m. Cota mínima: 789 m. Tiempo empleado: 5 h 13 min (con paradas para sacar fotos y marcar waypoints). Tiempo en movimiento: 3 h 04 min.
MATERIAL: GPS, senderismo.
AGUA: Múltiples fuentes. Se cruza el río Noceda y el Arroyo de la Gualta, y se pasa junto al Arroyo de Beneiro.
TIPO DE FIRME: pista, camino, sendero.
SEÑALIZACIÓN: letreros, balizas y marcas del PR CLE-44.

ITINERARIO:
Iglesia Parroquial de San Pedro ad Vincula (832 m), Noceda del Bierzo – PR CLE-44 – Fuente de Juan Álvarez (1002 m) – Puente sobre el río Noceda (I) – Fuente del Azufre (1100 m) – Fuente de la Salud (1130 m) – Puente sobre el río Noceda (II) – Camino de la Catarata de la Gualta – Río Noceda – Collado de la Gualta (1311 m) – Mirador de la Gualta (1322 m) – Cascada de la Gualta (chorro superior) – Cascada de la Gualta (chorro inferior) – Puente sobre el Arroyo de la Gualta – Fuente del Canalijo (1050 m) – Arroyo de Beneiro – Horcajo entre el Beneiro y el Noceda – Puente sobre el río Noceda (III) – Puente sobre el río Noceda (IV) – Fuente Mia – Piscifactoría – Fuente del Rubio (942 m) – Noceda del Bierzo.

Descárgate la ruta y accede a más información (mapas, waypoints, altimetrías, fotos) en el siguiente enlace de Wikiloc:
Ruta de las Fuentes Medicinales de Noceda y Cascada de la Gualta (Sierra de Gistredo, Bierzo Alto)

LA CASCADA:
La Cascada de la Gualta es un salto de agua de unos 30 m de altura ubicado en la vertiente meridional de la Sierra de Gistredo (Bierzo Alto, provincia de León). El arroyo que la origina (sin nombre en los mapas del IGN) nace a los pies de los Cornapines de Murias y es afluente del Noceda. Entre las Peñas de la Gualta, el río se encajona en una estrecha y escarpada garganta, por la que se precipita de forma escalonada dando lugar a dos colas de caballo separadas por un pequeño plateau.

LA RUTA:
La de hoy es la llamada “Ruta de las Fuentes de Noceda“, un recorrido circular por varios manantiales del Valle del Noceda, algunos con probadas propiedades mineromedicinales, y la Cascada de la Gualta.

Partimos de la Iglesia Parroquial de San Pedro ad Vincula (“San Pedro encadenado”, S. XVII), ubicada en la parte alta de Noceda del Bierzo, un alargado pueblo leonés atravesado por el río Noceda, afluente del Boeza. A los pies del templo tenemos un panel informativo del recorrido, que sigue las trazas del PR CLE-44.

El inicio del recorrido es bastante anodino y para nada augura la espectacularidad de lo que tenemos por delante. Comenzamos subiendo por una pista ancha asfaltada, que enseguida se vuelve de tierra y pasa por delante del camping. A continuación, encontramos varias bifurcaciones en las que seguimos siempre los letreros con las marcas blancas y amarillas del PR. A la altura de unas colmenas, que se rodean por la derecha, tenemos una buena vista del pueblo en el fondo del valle.

Un poco más arriba, tras dos bifurcaciones casi consecutivas (derecha-izquierda), nos adentramos en el precioso castañar que tapiza la ladera oriental del valle, por el que llegamos al primero de los manantiales, la Fuente de Juan Álvarez (1002 m).

Un poco más adelante hay un punto desde el que se puede visualizar, en la ladera de enfrente y asomando por encima de la loma del Solarín de los Fontaneros, el punto culminante de nuestra ruta, la Chorrera de la Gualta.

A partir de ahí, el camino se va acercando progresivamente al río con las Peñas de la Gualta en el horizonte y pasando por otra fuente sin nombre. En el bosque ribereño, los castaños dan paso a robles y abedules, que forman una tupida trama entre la que apenas se alcanza a ver el cauce.

Al llegar a la altura del río, el camino muere súbitamente en una cancela que da acceso a un punto de “captación de agua para el consumo humano”. Escasos metros antes, nos desviamos a la derecha por un estrecho sendero que arranca ladera arriba y por el que iniciamos uno de los tramos más bonitos de la ruta. Se trata de poco más de 1 km, en el que la senda coquetea con el Noceda, cruzándolo un par de veces y pasando por dos manantiales medicinales y varias mini-cascadas.

Inmediatamente después de cruzar por una pasarela el arroyo que baja desde la Fuente de la Salud, encontramos el desvío hacia la Fuente del Azufre. El manantial medicinal, de agua ferruginosa y bicarbonatada mixta, queda ligeramente apartado del sendero en el margen izquierdo del río y para acceder a él hay que pasar por una plataforma de rejilla de acero. Lo más curioso es el color anaranjado de la pared, resultado del depósito continuado de hierro. Dicen que el agua tiene propiedades anti-envejecimiento, tonificantes sobre la piel y adelgazantes.

Un poco por encima de la fuente hay una pequeña pero preciosa cascada que termina en una poza.

De vuelta en el sendero, seguimos hacia Fuente de la Salud (1130 m), cuya visita obliga igualmente a desviarse unos metros del PR. También conocida como el “Manantial de la Doncella“, está alimentada por un arroyo sin nombre que nace en la falda E de las Peñas de la Gualta. Su agua, que brota entre la vegetación formando un pequeño salto, es clorurada, oligomineral y sulfatada mixta. Dicen que tiene un pequeño caño, pero nosotros no lo vimos. Antiguamente había una placa con las propiedades del agua, hoy tan solo hay un minúsculo letrero de madera con el nombre de la fuente (arriba a la izquierda).

Desde allí, el sendero continúa en dirección E atravesando un frondoso robledal y tras cruzar de nuevo el Noceda por un puente, desemboca en una pista forestal conocida como “Camino de la Catarata de la Gualta“.

Giramos por ella a la izquierda y afrontamos un tramo de subida de 1,5 km hasta el Collado de la Gualta (1311 m), en el que pasamos de nuevo sobre el río Noceda y disfrutamos de unas magníficas vistas del valle.

Una vez arriba, nos desviamos a la izquierda hacia el Mirador de la Gualta (1322 m), techo de la ruta, al que accedimos con una pequeña trepada después de ignorar un ramal que conduce a la cascada (por el que luego bajaremos).

Desde la rocosa atalaya, de cumbre plana protegida a medias con una barandilla, hay unas vistas soberbias de la Garganta de la Gualta, Noceda del Bierzo y la Sierra de Gistredo. Lo que no se ve es la cascada, que queda escondida entre los peñascos. Adornando el lugar, encontramos un buzón de montaña, una bandera metálica con las siglas “CIT”, y un pequeño reloj solar con un sol, una medialuna, tres estrellas y el nombre de la ruta.

La bajada a la chorrera entraña cierta dificultad técnica. Inicialmente, el sendero, térreo y pedregoso, zigzaguea con fuerte pendiente por la ladera. El escalonado del mismo y una cuerda lateral tendida entre postes de madera sirven de gran ayuda.

En el fondo de la garganta encontramos una primera bifurcación. Por el ramal de la derecha se accede a la base del chorro superior de la Cascada de la Gualta. Para ello hay que superar el mayor escollo de la ruta, un destrepe por un talud rocoso de unos 10 m de altura, en el que hemos de ayudarnos de las manos y de una cuerda colocada a tal efecto.

El lugar bien merece el esfuerzo, un pequeño y frondoso plateau donde rompe el salto superior antes de precipitarse ladera abajo hacia la poza inferior. Precioso rincón, en el que solo hay que tener la precaución de no exponerse en exceso.

Para llegar a la base del chorro inferior, una bellísima cola de caballo que termina en una poza de aguas cristalinas, no queda otra que volver a ascender por el talud y seguir ahora dirección Noceda hasta encontrar el desvío.

De vuelta en la senda, seguimos bajando, ya de forma más relajada, paralelos al cauce del arroyo hasta su desembocadura en el Noceda. Primero por su margen izquierdo y luego, tras cruzarlo por un puente, por el margen derecho, en el que se halla la Fuente del Canalijo (o “Canalito”, según algunos).

Con Noceda ya al fondo, llegamos a orillas del Arroyo de Beneiro en el punto en el que la ruta que lleva su nombre lo cruza por un puente. Nosotros seguimos acompañando al arroyo por su orilla izquierda hasta su horcajo con el Noceda, donde cruzamos este último por una pasarela.

Al otro lado, el sendero discurre paralelo al titular del valle, que a partir de aquí se ensancha bastante. El caudal era importante, por lo que no nos planteamos tomar un ramal señalizado que vadea el río para subir directamente a la Fuente del Rubio.

Un poco más abajo, después de unos pequeños saltos que hay junto a la salida de una acequia, cruzamos por penúltima vez el Noceda por un puente.

A los 200 m encontramos las indicaciones hacia la Fuente Mia, que queda del otro lado del río y cuyo caño azul apenas es visible entre la espesa vegetación.

Pasada una piscifactoría, alimentada por una acequia que sale un poco antes junto a una mini-cascada, llegamos a las puertas de Noceda, donde está el desvío hacia la Fuente del Rubio.

De ahí al último manantial de la ruta hay unos 800 m, 500 de suave subida por una pista y los últimos 300 m por un estrecho sendero entre robles.

Tras deshacer lo andado, completamos la circular por Noceda del Bierzo, visitando la pequeña Ermita de San Bartolo y disfrutando de sus balcones bercianos, sus fuentes y sus bonitos rincones.

Desde el punto de vista técnico, el recorrido carece de dificultad a excepción del mencionado descenso a la cascada. En condiciones lluviosas quizá sea más sensato hacerla al revés (en sentido horario), para subir por lo difícil y bajar por lo fácil.

En resumen, una ruta espectacular por el bucólico entorno del Valle del Noceda, un auténtico vergel en el que el protagonista es el agua. Me encanta El Bierzo, una tierra tan hermosa como desconocida. Cuanto más voy, más me gusta.