Ruta de la Cascada del Gollorio desde Pelegrina (Parque Natural del Barranco del Río Dulce)

FUENTE DE INFORMACIÓN: Cartografía del Instituto Geográfico Nacional, visor Iberpix 4.
FOTOGRAFÍA: iPhone 14 Pro.
ZONA: Parque Natural del Barranco del Río Dulce, Guadalajara.
DESDE: Pelegrina (1065 m).
CERCA DE: Pelegrina, Sigüenza, Torremocha del Campo, Algora, Saúca.
ÉPOCA: enero de 2023.
ÉPOCA RECOMENDADA: de otoño a primavera.
TIPO DE RUTA: circular.
NIVEL DE DIFICULTAD: moderado.
Datos descargados de GPS GARMIN Fénix 7: Longitud: 6,39 km. Desnivel acumulado positivo: 282 m. Desnivel acumulado negativo: 282 m. Cota máxima: 1120 m. Cota mínima: 973 m. Tiempo empleado: 2 h 11 min (con paradas para sacar fotos y marcar waypoints). Tiempo en movimiento: 1 h 29 min.
MATERIAL: GPS, senderismo.
AGUA: Fuente en Pelegrina. Se cruzan el Barranco del Gollorio y el Río Dulce.
TIPO DE FIRME: sendero.
SEÑALIZACIÓN: balizas de madera con señales azules, letreros y marcas del GR-10.

ITINERARIO:
Pelegrina (1065 m) – GR-10 – Puente sobre el Río Dulce – Cabecera de la Cascada del Gollorio – Vado del Barranco del Gollorio – Mesa de Peña la Luna – Río Dulce – Horcajo entre el Barranco del Gollorio y el Río Dulce – Los Castillos – Horcajo – GR-10 – Puente sobre el Río Dulce – Pelegrina.

Descárgate la ruta y accede a más información (mapas, waypoints, altimetrías, fotos) en el siguiente enlace de Wikiloc:
Ruta de la Cascada del Gollorio desde Pelegrina (Parque Natural del Barranco del Río Dulce)

LA RUTA:
La de hoy es la llamada “Ruta de la Cascada del Gollorio” sin el ramal de las Pozas, uno de los itinerarios oficiales del Parque Natural del Barranco del Río Dulce. El trazado comparte tramos con el GR-10, el “Camino del Cid” y la “Ruta de la Hoz de Pelegrina”.

Partimos de Pelegrina (1065 m), pequeño pueblo guadalajareño, perteneciente a la Nueva Alcarria y pedanía de Sigüenza, ubicado en la loma de un cerro a la vera del Río Dulce, afluente del Henares. En su parte alta, coronando el otero en el que se asienta, está su castillo, que data del S.XII-XIII, aunque fue reconstruido con posterioridad, tras ser devastado por un incendio en 1710 durante la Guerra de Sucesión. El pueblo tiene dos barrios: el del frío, orientado al N y que mira al valle; y el del sol, que se extiende por la ladera S del cerro y que asoma a la llamada “Hoz de Pelegrina“, un tramo realmente espectacular del Cañón del Río Dulce. Su iglesia, llamada de la Santísima Trinidad, data del S.XIII, aunque fue restaurada en el S.XVI. Es de estilo románico y su pieza más valiosa es el artesonado mudéjar policromado que sobrevuela el presbiterio (S.XVI).

Aparcamos a la entrada del pueblo y comenzamos caminando en dirección al centro por la Calle Capitán Don Arturo Calderón. Enseguida nos desviamos a la izquierda por el GR-10, que arranca junto a una fuente.

El sendero, inicialmente de asfalto rugoso, baja hasta el nivel del Río Dulce, junto al que encontramos unos paneles informativos.

Luego continúa por su margen izquierdo, pasando bajo los impresionantes Mallos de Pelegrina: el primero, un risco con forma de ojo y el segundo, un imponente farallón que semeja el cuerno romo de un rinoceronte.

Al pie de éste último, cruzamos el río por un puente de madera.

Al otro lado retomamos el sendero, que a los pocos metros se bifurca. Por la izquierda será por donde volveremos. Ahora continuamos por la derecha, por donde sigue el GR-10, subiendo con moderada pendiente por la ladera S del cañón.

A la altura de una antigua majada, abandonamos el GR, que sigue de frente hacia Torremocha del Campo, y continuamos por una estrecha senda que nace a la izquierda.

Tras apenas 300 m, culminamos la subida en un alto desde el que se tiene una buena vista de Los Castillos, parte final del Barranco del Gollorio (por la que pasaremos de bajada). Sobre nuestras cabezas, hermosos ejemplares de buitre leonado que aprovechan las térmicas para dibujar elegantes vuelos. No en vano, este entorno fue uno de los elegidos por el naturalista y médico Félix Rodríguez de la Fuente para grabar muchos de los episodios de su serie televisiva “El Hombre y la Tierra“.

A partir de ahí, el sendero desciende hasta la cabecera de la Cascada del Gollorio, pasando antes por un mirador desde el que podemos admirar la enorme belleza del paraje.

Llegando al origen de la cascada, el que no tenga vértigo se puede desviar un poco del sendero y asomarse al vacío para ver el salto, de unos 50 m de altura y con forma de cola de caballo, así como la preciosa poza en la que termina y el escarpado anfiteatro rocoso que la enmarca. No obstante, hay que extremar las precauciones, porque el terreno es resbaladizo y un mal paso nos manda al vacío.

El Gollorio se vadea sin mayor problema saltando por unas piedras cuadrangulares colocadas a tal efecto. Sorprende que un arroyo tan humilde dé lugar a una chorrera tan espectacular; de hecho, es estacional, ya que solo puede verse entre otoño y primavera, cuando las lluvias llenan las fuentes que abastecen el cauce del barranco.

Desde el otro lado y sacando la cabeza, se puede ver también el chorro, justo antes de subir ligeramente a un nuevo mirador con barandilla sobre el Cañón del Río Dulce.

A continuación, el sendero desciende por la ladera, primero suavemente hasta la mesa de Peña la Luna, y luego con más pendiente hasta el cauce del Dulce. A media bajada encontramos una bifurcación. El ramal de la derecha, que ignoramos, conduce a unas pozas próximas a la carretera.

Una vez abajo, seguimos por el margen derecho del río y a la altura de su horcajo con el Gollorio, el camino se vuelve a bifurcar. La ruta oficial va por la derecha, pero nosotros continuamos por el ramal de la izquierda en dirección al pie de la cascada. Un cartel nos avisa de que el acceso a la misma no está asegurado por el Parque Natural y que hay riesgo extremo de caída.

La nueva senda se adentra en el tramo final del Barranco del Gollorio, una zona angosta conocida como Los Castillos. Siguiendo pegados al arroyo nos topamos con un pequeño salto de agua que alimenta una bonita poza.

Retrocediendo unos metros desde la misma, encaramos la ladera oriental. El sendero, sumamente estrecho, discurre bajo el impresionante talud de Peña la Luna. Pronto encontramos un paso muy expuesto, en el que hemos de sortear un saliente de roca resbaladizo y con pocos agarres. Una cadena sirve de ayuda, pero al haber hielo y no disponer de arnés para fijarnos a la misma, renunciamos a avanzar por miedo a caernos. Quizá en otra época y yendo más preparados 😢.

De vuelta en el horcajo, vadeamos por segunda vez el Barranco del Gollorio. En vez de eso, se puede cruzar también el Río Dulce y volver por la otra orilla siguiendo la “Ruta de la Hoz de Pelegrina”.

Nuestro sendero sigue cómodamente por el margen derecho del río, que en este tramo se vuelve algo más visible.

Tras poco más de 1 km, terminamos desembocando en el GR-10, por el que regresamos a una Pelegrina iluminada ya por el tungsteno de sus farolas.

Desde el punto de vista técnico, el recorrido carece de dificultad siempre y cuando no se intente llegar a la base de la cascada.

En resumen, una ruta fácil por un paraje realmente espectacular. Solo hay que tener un poco de suerte y elegir bien el momento para ver la cascada con agua.