Monte de Pedro Crespo y Vallejos de los Arroyos del Retamar, Perdigueras y Valdenuño desde El Cubillo de Uceda

FUENTE DE INFORMACIÓN: Cartografía del Instituto Geográfico Nacional, visor Iberpix 4.
FOTOGRAFÍA: iPhone 11 Pro.
ZONA: La Campiña del Henares, sector occidental de la provincia de Guadalajara.
DESDE: El Cubillo de Uceda (885 m), provincia de Guadalajara.
CERCA DE: El Cubillo de Uceda, Mesones, Valdenuño Fernández, Viñuelas.
ÉPOCA: enero de 2020. Tiempo: despejado.ÉPOCA RECOMENDADA: mejor fuera de los meses de verano.
TIPO DE RUTA: circular.
NIVEL DE DIFICULTAD: moderado.
Datos descargados de GPS SUUNTO Ambit3: Long: 31,44 km. Desnivel acumulado positivo: 297 m. Desnivel acumulado negativo: 297 m. Cota máxima: 906 m. Cota mínima: 794 m. Tiempo: 3 h 29 min (con mucha calma y paradas para hacer fotos y para marcar waypoints).
MATERIAL: bicicleta de montaña.
AGUA: Fuente de las Casillas (Valdenuño Fernández). Se cruzan los arroyos de las Viñas, del Monte, del Retamar, de las Perdigueras y de Valdenuño.
TIPO DE FIRME: pista forestal, sendero y carretera (apenas 2 km).

ITINERARIO:
El Cubillo de Uceda – G-201 – La Pascuala – Arroyo de las Viñas – Vereda de la Nava de la Iglesia – Barranco del Arroyo del Monte – Alto de Valdehaz – Monte de Pedro Crespo (907 m) – Valdehaz – Barranco del Arroyo del Retamar – Mesones – Barranco del Arroyo de las Pedigueras – Alto de las Perdigueras (875 m) – Valdenuño Fernández – Alto de Carraviñuelas (882 m) – Laguna Redonda – GU-1057 – Las Dehesas – Vereda de la Nava del Viejo – Charcos del Val (Arroyo de Valdenuño) – Valdehaz – Arroyo del Monte – Vereda de la Nava de la Iglesia – Arroyo de las Viñas – La Pascuala – GU-201 – El Cubillo de Uceda.

Descárgate la ruta y accede a más información (mapas, waypoints, altimetrías, fotos) en el siguiente enlace de Wikiloc:
Monte de Pedro Crespo y Vallejos de los Arroyos del Retamar, Perdigueras y Valdenuño desde El Cubillo de Uceda

LA ZONA:
La Campiña del Henares es una comarca que se extiende entre la orilla oeste del río Henares y la orilla este del Jarama. Administrativamente, agrupa municipios de la zona este de la Comunidad de Madrid y del oeste de la provincia de Guadalajara.

LA RUTA:
La ruta de hoy es una circular por la Campiña del Henares gualadajareña entre El Cubillo de Uceda, Mesones y Valdenuño-Fernández.

Precioso día, soleado y frío, en la Campiña del Henares gualadajareña. Partimos de El Cubillo de Uceda. Dejamos el coche en la glorieta que hay a la entrada E del pueblo, donde mi hijo había quedado con el equipo ciclista del Sanse para entrenar. Atravesamos el pueblo y salimos del mismo por la GU-201.

Tras aproximadamente 1 km, nos desviamos por una pista a la izquierda en dirección a La Pascuala y cruzamos el Vallejo del Arroyo de las Viñas. Pasado el río, más bien un exiguo reguero, ascendimos por la otra vertiente del vallejo hasta enlazar con la Vereda de la Nava de la Iglesia.

Después de un tramo llano, en el que unos preciosos corzos iniciaron una alegre carrera al detectar nuestra presencia, bajamos hasta el Arroyo del Monte. Lo cruzamos (apenas llevaba agua) y a continuación, afrontamos una dura rampa hasta el Alto de Valdehaz.

Desde allí, realizamos una vuelta alrededor del Monte de Pedro Crespo, muy bonito en esta época, pasando por su laguna, los encinares de su dehesa, y terminando de nuevo en Valdehaz.

Esta vez, descendimos del alto en dirección SO hacia el Vallejo del Arroyo del Retamar. Una vez en éste, bajamos paralelos al río por una pista ancha hasta Mesones.

Sin apenas entrar en el pueblo, tomamos un camino a la izquierda e iniciamos la parte más dura de la ruta, la subida por el Barranco del Arroyo de las Perdigueras. El sendero se va estrechando entre encinas y jaras por el margen izquierdo del río.

Tras cruzar el arroyo (hoy sin agua), afrontamos dos rampas realmente duras por la combinación de pendiente y barro. Al final de la primera de ellas, alcanzamos un pequeño rellano donde hay una construcción en ruinas y una bonita vista de Mesones.

La subida termina en el Alto de las Perdigueras (875 m), donde el camino parece morir en un vasto campo arado. El paisano que lo aró se pasó de frenada con el tractor e incorporó (a día de hoy) el sendero a su terreno. No pasa nada, ya que yendo pegados a la arboleda por la derecha, lo retomamos 50 m más adelante.

Continuamos rodeando el campo, para luego asomarnos al Barranco del Arroyo de Valdechiva (que queda a la derecha) y terminar desembocando en una pista más amplia por la bajamos a Valdenuño-Fernández.

Cruzando el Arroyo de Valdenuño y el pueblo, llegamos a la Fuente de las Casillas (año 1908), ubicada en su extremo E.

Desde allí, tomamos una pista ancha por la que afrontamos unos 500 m de exigente subida hasta el Alto de Carraviñuelas (882 m). Un poco más adelante está la Laguna Redonda (que no es tal) y la pista muere en la carretera GU-1057.

Giramos por ella a la izquierda para entrar en la urbanización Las Dehesas, por donde callejeamos hasta su extremo N. Allí tomamos la Vereda de la Nava del Viejo, por la que, después de rodear el Navajo de la Dehesa, bajamos hasta el Arroyo de Valdenuño.

Paralelos al río, ascendimos por los Charcos del Val hasta la parte alta del vallejo. Una vez allí, giramos a la izquierda y continuamos por una pista hasta Valdehaz, donde enlazamos con el camino de ida para regresar a El Cubillo de Uceda.

Técnicamente, el recorrido es fácil, a excepción de la subida por el Barranco de las Perdigueras, en el que hay algún paso un poco técnico y unas rampas en las que la combinación de pendiente con el estado del terreno nos puede hacer echar el pie a tierra dependiendo de nuestras capacidades. Las otras dos subidas (al Alto de Valdehaz desde el Arroyo del Monte y al Alto de Carraviñuelas) le añaden un poco de dureza a la ruta pero nada complicadas.

En resumen, otro sábado “campiñeando” en deliciosa soledad por Guadalajara. Una vuelta corta, recorriendo tranquilos y suaves vallejos, hermosos encinares y amplios praderíos. En estos meses del invierno, en un día soleado y sobre todo a primera hora de la mañana, con los campos todavía empapados del rocío, el verde de La Campiña es difícilmente igualable.