FUENTE DE INFORMACIÓN: Cartografía del Instituto Geográfico Nacional, visor Iberpix 4. FOTOGRAFÍA: iPhone 11 Pro. ZONA: Monte de El Pardo, Área Metropolitana de Madrid. DESDE: Calle Senda del Infante (649 m), al lado de la Estación de Pitis, Barrio Arroyo del Fresno, Madrid. CERCA DE: Madrid. ÉPOCA: enero de 2021. Tiempo: cubierto. Tª: -3 a -1 ºC. Prolegómenos de la borrasca "Filomena". TIPO DE RUTA: circular. NIVEL DE DIFICULTAD: bajo. Datos descargados de GPS SUUNTO Ambit3: Longitud: 13,26 km. Desnivel acumulado positivo: 234 m. Desnivel acumulado negativo: 234 m. Cota máxima: 720 m. Cota mínima: 598 m. Tiempo empleado: 3 h 58 min (con calma y paradas para fotos y para marcar waypoints). Tiempo en movimiento: 3 h 09 min. MATERIAL: GPS, senderismo. Raquetas (con mucha nieve). AGUA: Fuente de Valpalomero. TIPO DE FIRME: sendero, pista, trocha, campo a través. SEÑALIZACIÓN: marcas rojas y blancas del GR-124. Algún letrero indicativo en Valpalomero.
ITINERARIO:
Estación de tren de Pitis (Arroyo del Fresno) – túnel bajo la vía férrea (I) – Camino de Monte Carmelo – Dehesa de Somontes – GR-124 – túnel bajo la vía férrea (II) – Dehesa de Valpalomero – Fuente de Valpalomero – Miradores 1 y 2 de Valpalomero – Glorieta de los Pinos, Cerro de Valpalomero (707 m) – GR-124 – entrada oeste de los jardines del Palacio de la Quinta de El Pardo – Cruce de la M-612 (carretera de Fuencarral a El Pardo) – Portillera del Tambor – Dehesa de los dos Valles – Cruce de la M-612 – Camino de Monte Carmelo – La Quinta – túnel bajo la vía férrea – Estación de tren de Pitis.
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Circular invernal por el Monte de El Pardo (Monte Carmelo, Somontes, Cerro de Valpalomero y Dehesa de los dos Valles)
LA RUTA:
La ruta de hoy es una circular por la parte sureste del Monte de El Pardo, pasando por Monte Carmelo, Somontes, el Cerro de Valpalomero y la Dehesa de los dos Valles.
8 de enero de 2021. En las calles, los vestigios de la copiosa nevada del día anterior, que aunque nos parecía llamativa, no era sino el prólogo de la terrible borrasca “Filomena”.
Partimos de al lado de la Estación de tren de Pitis, en el barrio madrileño de Arroyo del Fresno. Tras aparcar el coche en la parte alta de la Calle Senda del Infante, nos encaminamos hacia las vías del tren, que cruzamos por un túnel que hay a la izquierda de la estación.
Túnel bajo las vías del tren. Vista atrás del túnel.
Al otro lado, comenzamos a subir suavemente, dejando a la izquierda algún pequeño cortijo y una zona de viviendas precarias, en su mayoría caravanas viejas y chabolas.
Iniciando la subida.
Poco antes de llegar a La Quinta, nos desviamos a la izquierda para alcanzar la tapia de El Pardo, que a esta altura nos separa de la Dehesa de Valjaroso. Por delante de ella va el Camino de Monte Carmelo, por el que continuamos hacia la izquierda.
Bifurcación (izquierda). Al fondo, la tapia de El Pardo.
Al fondo, el Skyline de Madrid.
Camino de Monte Carmelo, tapia de El Pardo.
Siempre paralelos al muro, pasamos entre el Centro Nacional de Golf (izquierda) y el Club de Tiro de Pichón (derecha) hasta llegar al final de la pista, un poco por encima de los “túneles del Pardo” de la M-40.
A la izquierda, las instalaciones de la Federación Española de Golf.
Al fondo a la izquierda, los túneles del Pardo (M-40).
Pequeña vaguada lindando con la Sociedad de Tiro de Madrid.
Allí encontramos una puerta por la que atravesamos la tapia hacia la Dehesa de Somontes, para acto seguido tomar un camino hacia la izquierda que va también paralelo a la linde.
Puerta y paso del muro. Camino paralelo a la tapia.
Tras unos 200 m, nos desviamos a la derecha.
Desvío a la derecha.
Nuestra intención era bajar por un sendero que sale en el mapa del IGN, pero aunque estuvimos en su origen, no se veía nada por la nieve, así que serpenteamos un poco entre las encinas hasta dar con una de las trochas del enduro, que desciende por la derecha de un pequeño vallejo. En condiciones normales es una bajada sencilla, pero hoy resbalaba de lo lindo por el hielo.
A la derecha, la trocha por la que bajamos.
Ya abajo, terminamos desembocando en el GR-124, un sendero que enlaza el Anillo Verde Ciclista (a la altura de Peña Grande) con el Camino de Santiago Madrileño. Nos incorporamos a él hacia la derecha e inmediatamente cruzamos la pista asfaltada que sube al Tiro de Pichón.
Cruce de la carretera que sube al Tiro de Pichón. GR-124.
A partir de ahí, seguimos cómodamente por la parte baja de Somontes, hasta cruzar la carretera que sube al Palacio de la Real Quinta.
Cruce de la carretera.
En este punto, abandonamos el GR, que se va hacia la derecha, y seguimos de frente paralelos a la M-605 por pequeños senderos y algún camino ancho. Casi de forma imperceptible, empezó a nevar. Quién iba a imaginar que estos bucólicos y silenciosos copos eran la antesala de la mayor nevada de la historia reciente de la ciudad de Madrid.
Tras algo más de kilómetro y medio, nos unimos casi a la carretera para cruzar bajo la vía del tren por un corto túnel.
Al fondo, el túnel.
Al otro lado, abandonamos el camino, que sigue de frente hacia El Pardo, y nos desviamos a la derecha para remontar la ladera de la Dehesa de Valpalomero. Esta ascensión es suave, cómoda y muy entretenida, ya que se hace a través de pequeñas trochas que sortean jaras y encinas. Yo ya la descubrí brujuleando con la bicicleta de montaña, pero he de reconocer que andando también se disfruta mucho.
Desvío a la derecha hacia Valpalomero.
Arriba, la cima del Cerro de Valpalomero.
Cerca ya del final, nos encontramos un letrero de madera señalando un desvío a la izquierda como “Senda de Valpalomero”, pero lo ignoramos y seguimos de frente.
La subida termina en la Fuente de Valpalomero, al lado de la cual hay dos miradores (Mirador 1 y 2 de Valpalomero), desde los que hoy, por desgracia, no se veía apenas nada.
Al fondo, la Fuente de Valpalomero.
Mirador 2 de Valpalomero.
Mirador 1 de Valpalomero.
Escasos metros al E de la fuente, tenemos la Glorieta de los Pinos, punto más elevado del Cerro de Valpalomero (707 m), donde hay varias mesas con bancos. En condiciones normales se disfruta de una magnífica panorámica de la ciudad de Madrid, pero hoy no era el caso.
Pasando de nuevo junto a la fuente. Glorieta de los Pinos. Cerro de Valpalomero (707 m).
Allí nos reenganchamos al GR-124, para dirigirnos por una pista ancha a la entrada oeste de los jardines del Palacio de la Quinta de El Pardo.
Entrada O de los jardines del Palacio de la Quinta. Interior del palacio.
Paralelos a su muro, alcanzamos la entrada noroeste de la Rinconera de la Quinta, donde cruzamos la carretera de Fuencarral a El Pardo (M-612).
Senda paralela al muro de la Rinconera de la Quinta.
GR-124. Cruce de la M-612.
Al otro lado, retomamos el GR, que discurre a la derecha de la tapia del Monte de El Pardo, por el llamado Canal del Oeste, en busca del Camino de Santiago. A los 400 m, lo abandonamos yéndonos a la derecha, para rodear por el N las instalaciones del Club Hípico de la Portillera del Tambor.
Por el GR-124 paralelos a la tapia de El Pardo. Desvío a la derecha. De frente sigue el GR-124. Por el extremo N de la Portillera del Tambor.
Sobrepasadas éstas, volvimos a desviarnos a la derecha para bajar por el extremo oeste de la Dehesa de los dos Valles hasta cruzar de nuevo la M-612.
Dehesa de los dos Valles. Al fondo, al lado del depósito, la carretera M-612.
Dehesa de los dos Valles. Cruce de la M-612.
Justo enfrente, tomamos el Camino de Monte Carmelo y tras recorrer por él unos 300 m, nos desviamos a la izquierda hacia La Quinta, una zona de pequeños y deteriorados cortijos.
Camino de Monte Carmelo. Monte Carmelo.
La Quinta.
Un poco más adelante, enlazamos con el camino de ida y regresamos por él al coche. Llegamos casi con la última luz del día, con un frío glacial y con las carreteras comenzando a colapsar por la descomunal nevada. Quién iba a imaginar que se trataban solo de los prolegómenos de “Filomena” y de lo que iba a ser el fin de semana meteorológicamente más terrible del Madrid contemporáneo.
Desde el punto de vista técnico, el recorrido carece de dificultad, ya que no deja de ser un agradable paseo.
Tenía ya ganas de dedicar una entrada de mi blog al Monte de El Pardo. Esta preciosa dehesa, al lado de Madrid, a menudo minusvalorada y ensombrecida por la cercanía de la Sierra de Guadarrama, es sin embargo un auténtico pulmón para la urbe y un pequeño paraíso para los amantes del mountain-bike y del senderismo relajado.