FUENTE DE INFORMACIÓN: Cartografía del Instituto Geográfico Nacional, visor Iberpix 4. FOTOGRAFÍA: iPhone 11 Pro. ZONA: Sierra del Moncayo, Parque Natural del Moncayo - Sistema Ibérico. DESDE: Aparcamiento de Haya Seca (1580 m). CERCA DE: San Martín de la Virgen del Moncayo, Vozmediano, Litago, Lituénigo, Vera de Moncayo. ÉPOCA DE REALIZACIÓN: febrero de 2020. Tiempo: soleado hasta la base del Pozo San Miguel, cubierto con niebla densa desde la cota 2100 m. Nieve desde el Santuario. Tª: 0-5 ºC. TIPO DE RUTA: lineal, ida y vuelta. NIVEL DE DIFICULTAD: moderado. Datos descargados de GPS SUUNTO Ambit3: Longitud: 7,63 km. Desnivel acumulado positivo: 772 m. Desnivel acumulado negativo: 772 m. Cota máxima: 2272 m. Cota mínima: 1575 m. Tiempo empleado: 6 h 39 min (con calma y paradas para fotos y para marcar waypoints). MATERIAL: GPS, senderismo (sin nieve). Crampones (con nieve y hielo). Recomendable llevar piolets en La Escupidera si hay hielo. Nosotros empleamos crampones desde la cota 1750 m hasta la cima. AGUA: Fuente del Chorro, fuente en el Santuario. TIPO DE FIRME: pista, sendero, senda cimera. SEÑALIZACIÓN: indicaciones con letreros hasta la base del Pozo San Miguel e hitos desde allí a la cima.
ITINERARIO:
Aparcamiento de Haya Seca (1580 m) – Fuente del Chorro – Santuario y Albergue de Nuestra Señora del Moncayo (1621 m) – Sendero AG-1 – Base del Pozo de San Miguel (1840 m) – La Escupidera (2160 m) – Alto del Collado de las Piedras (2259 m) y vuelta por el mismo camino.
Descárgate la ruta y accede a más información (mapas, waypoints, altimetrías) en el siguiente enlace de Wikiloc:
Alto del Collado de las Piedras (2259 m) desde el Santuario de la Virgen del Moncayo por la Escupidera del Pozo de San Miguel
EL ENTORNO Y LAS MONTAÑAS:
El Moncayo o Pico San Miguel (2314 m) es la cumbre más alta del Sistema Ibérico. Su nombre parece derivar del Latín “Mons Caius“, que significa “monte muy pendiente o de mucha cuesta”. Está ubicado entre las provincias de Zaragoza y Soria, a los pies de Navarra, haciendo por tanto de frontera entre Aragón y Castilla. Desde 1978, su vertiente norte o aragonesa forma parte de un espacio protegido, inicialmente llamado “La Dehesa del Moncayo” y hoy conocido como “Parque Natural del Moncayo“. Su elevada prominencia hegemónica respecto a la depresión del Ebro y los páramos sorianos hacen que esta colosal cumbre sea bien visible desde el Pirineo Occidental hasta el Valle medio del Ebro, hecho determinante para que en tiempos de la ocupación celtíbera y romana fuera considerada una montaña mágica y sagrada.
El Moncayo visto desde tierras aragonesas.
El Moncayo forma en realidad parte de un macizo o pequeña sierra que consta de varias cumbres que superan los 2000 m de altitud y que de NO a SE son: Peña Negrilla Norte (2077 m); Peña Negrilla Sur o “Moncayo de Castilla” (2177 m); el Moncayo, también llamado por oposición “Moncayo de Aragón” o Pico San Miguel (2316 m); el Cerro de San Juan (2282 m); el Pico Morca o Cerro del Corralejo (2277 m) y el Pico Lobera o Alto del Moncayo (2226 m). Separando los picos, insignes collados con nombre propio, como el Collado de Pasalobos o de Castilla (1949 m), el Alto del Collado de las Piedras (2259 m) y el Collado de Morcas o de San Marcos (2133 m). La sierra consta de dos vertientes bastante diferentes: la nororiental, más fría y húmeda, rica en robledales, hayedos y pinares al pie de las cumbres; y la suroccidental, la llamada “cara oculta del Moncayo”, con un marcado encanto “mediterráneo”, rica en muelas calcáreas, cuevas, peñas y barrancos. Por la vertiente nororiental de la sierra se extienden tres circos u hoyas glaciares, fruto de los procesos de erosión generados por la nieve acumulada durante la última glaciación (Pleistoceno Superior, periodo cuaternario): el Pozo de San Miguel o “El Cucharón”, el Circo de San Gaudioso y el Circo de Morca. Desde sus altas cumbres, el macizo se prolonga en dirección SE perdiendo paulatinamente altura por las Sierras de Tablado y de Nava Alta, por la que enlaza con las lomas del Campo de Borja y los llanos del Bajo. Hacia el S, los valles del Araviana e Isuela lo individualizan de las montañas ibéricas aledañas.
Circos de la Sierra del Moncayo.
El clima del Moncayo es bastante inestable y hostil, debido a que frecuentemente es azotado sin piedad por un fuerte viento del Cierzo y a que su cima suele retener las nubes a su paso creando la característica “boina”.
La “boina” de nubes sobre el Moncayo.
LA RUTA:
La ruta de hoy asciende al Alto del Collado de las Piedras (2259 m) desde el aparcamiento de Haya Seca siguiendo el sendero AG-1.
Nos las prometíamos felices por el día, que amaneció con un sol radiante. Tan solo unas pequeñas nubes en la cima del Moncayo, pero las previsiones eran de que iban a desaparecer a lo largo de la mañana.
Con el objetivo de subir al Moncayo, accedimos al Parque Natural desde el pueblo de San Martin de la Virgen del Moncayo, siguiendo las indicaciones al Santuario. Primero es una pista asfaltada y después de tierra, pero se sube muy bien si no hay nieve. Dejamos el coche en el último aparcamiento habilitado antes del Santuario, el de Haya Seca (1580 m). Hacia la derecha sale un camino por el que se puede subir hasta la cima del Moncayo recorriendo su ladera N y pasando por el Collado de Pasalobos o de Castilla. Lo ignoramos y comenzamos a caminar siguiendo la pista por la que veníamos. Tras aproximadamente 900 m en suave pendiente ascendente, en los que pasamos por la Fuente del Chorro, llegamos al Santuario de Nuestra Señora del Moncayo (1621 m), que también es albergue y restaurante y que está ubicado al pie de una gigantesca piedra negruzca llamada “cucharón”.
Salida desde Haya Seca. A la derecha el camino hacia el Collado de Pasalobos.
A nuestra izquierda, los pueblos de la vertiente aragonesa del Macizo del Moncayo.
Fuente del Chorro.
Santuario de Nuestra Señora del Moncayo al pie de la roca “cucharón”.
Mirador de la vertiente aragonesa de la Sierra del Moncayo.
En la parte alta del albergue, nos encontramos un bifurcación señalizada. Ignoramos el ramal de la izquierda (que va a la Ermita de San Gaudioso y Lituénigo) y seguimos por la derecha. Tras pasar por otra fuente y un cartel explicativo del GR 90, comenzamos a subir por un sendero ya nevado.
Bifurcación. Seguimos por la derecha.
Salida del sendero hacia el Moncayo. A la derecha, otra fuente.
Cartel explicativo del GR 90.
A los pocos metros, el camino se bifurca: por la izquierda sigue el GR y por la derecha, por donde continuamos, el sendero AG-1 hacia la cima del Moncayo.
Bifurcación. Seguimos por la derecha (sendero AG-1).
A partir de ahí, realizamos una bonita subida por un denso pinar salpicado con alguna que otra haya. La nieve y el hielo iban en aumento, por lo que a unos 1750 m de altitud nos pusimos los crampones.
Subiendo por el pinar.
Abajo queda el Santuario.
Cartel explicativo de las obras de restauración del sendero AG-1.
Sobrepasada la cota 1800 m, dejamos atrás el bosque y salimos a terreno un poco más despejado por el que alcanzamos, a unos 1840 m de altitud, la base de la Hoya o Pozo de San Miguel.
Saliendo del pinar a 1800 m de altitud. Al fondo, la Hoya.
Llegando a la base del Pozo de San Miguel.
También conocido como “El Cucharón“, es un lugar espectacular. Hacia la derecha, el Moncayo; de frente, la impresionante y amenazadora cornisa que se forma sobre la cuerda entre el Alto del Collado de las Piedras y la cima; y a la izquierda, la empinada diagonal hacia La Escupidera.
Hoya o Pozo de San Miguel.
La línea roja recrea la subida por el Cucharón. Por la izquierda, la Escupidera.
A partir de aquí, comenzamos la parte más dura de la ruta, unos 1,8 km de subida ininterrumpida guiada por hitos, en los que hemos de superar 425 m de desnivel. Para ello, abandonamos la Hoya hacia la izquierda hasta ganar la arista que la separa del Circo de Gaudioso. De repente, en un visto y no visto, la “boina” de nubes, que hasta ahora reposaba inerte en la cima del Moncayo, comenzó a desplazarse circo abajo hacia nosotros, al mismo tiempo que empezó a soplar el viento con moderada intensidad.
Comenzando la subida hacia la arista.
La boina de nubes comenzando a deslizarse ladera abajo.
La cosa pintaba mal, pero decidimos seguir adelante. La ascensión se hace por una estrecha y empinada senda con múltiples zetas que sobrevuela el Circo de San Miguel por su margen izquierdo. La nieve no era constante y había tramos de piedra desnuda, lo que dificultaba nuestro avance con los crampones.
Ascendiendo por la arista.
A nuestra derecha, el Pozo de San Miguel sumergiéndose en la niebla.
Tramo de piedra descubierta. Al fondo, el Moncayo ya totalmente tapado.
Tras unos minutos de cierta incertidumbre por la evolución de las condiciones meteorológicas, recuperamos la ilusión de poder hacer cima por una nueva salida del sol.
La cima del Moncayo despejándose sobre su impresionante pared SE.
Ascendiendo con excelente visibilidad.
Todo fue un espejismo, porque sobre los 2100 m de altitud, al mismo tiempo que el sendero se asoma vertiginosamente al Circo de Gaudioso, la niebla espesa volvió y esta vez para quedarse definitivamente.
Cota 2100 m. A la izquierda, el Circo de Gaudioso.
A los 2160 m de altitud, un letrero nos advierte del “riesgo de deslizamiento”, ya que entramos en la zona conocida como “La Escupidera“. Este paso, de unos 100 m con acusada pendiente lateral, resulta especialmente peligroso si está helado, ya que cualquier resbalón nos puede lanzar al vacío del circo. Por desgracia, en los últimos años se ha cobrado la vida de varios montañeros. Hoy no estaba especialmente peligroso, ya que había poca nieve y la que había era blanda.
Entrando en La Escupidera.
Paso de La Escupidera.
Caída hacia el Pozo de San Miguel.
Un brusco giro a la izquierda coincide con el final de la zona peligrosa y a partir de ahí ya todo fue más fácil hasta alcanzar el Alto del Collado de las Piedras (2259 m). Este paso de montaña, a caballo entre los Circos de Gaudioso y de San Miguel, está coronado por un gran hito cónico, hoy mitad helado y mitad no. Escasos metros hacia el NO está el Cerro de San Juan y siguiendo la cuerda hacia el NE se yergue el Alto del Corralejo o Pico Morcas.
Giro a la izquierda en el final de la Escupidera. Al fondo, el Cerro de San Juan.
Última parte de la subida.
Alto del Collado de las Piedras (2259 m).
Vista hacia Soria.
Gran hito en lo alto del collado.
Vista hacia la cima del Moncayo.
Desde aquí a la cima del Moncayo restaba poco más de 1 km y apenas 50 m de desnivel. No se veía nada, soplaba un fuerte viento, no conocíamos la zona y había una gran cornisa sobre el circo, así que con bastante frustración, pero contentos de haber llegado hasta aquí, decidimos no seguir adelante e iniciar el descenso.
La vuelta la hicimos por el mismo camino y nos dejó bellas imágenes que compensaron el esfuerzo. Ya en la base de la Hoya, pasamos al lado de una emotiva placa en honor a un montañero fallecido que rezaba “de aquí te fuiste y aquí te quedaste”. Me emocionó y me hizo ilusión que estuviese tan en sintonía con la idea de la leyenda que es portada de este blog: para muchos de nosotros las montañas forman parte de nuestras vidas, pero misteriosamente, algo de nosotros se queda también en ellas después de la muerte.
Descendiendo hacia la Escupidera.
Bajando por la Escupidera.
Parte final de la Escupidera.
Vista atrás del Alto del Collado de las Piedras.
Circo de San Gaudioso.
Alto de las Piedras (dcha) y Pico Morcas (izda) en la cabecera del Circo de Gaudioso.
Vista atrás de la bajada.
Parte final de la bajada. De nuevo la niebla.
Llegando a la base de la hoya.
Pozo de San Miguel y cima del Moncayo sumergidos en las nubes.
Bajando hacia el Santuario.
Abajo, el Santuario.
Llegando al Santuario.
Al fondo, el aparcamiento de Haya Seca.
Desde el punto de vista técnico, la ruta es fácil sin nieve ni hielo. En condiciones invernales, el mencionado paso de la Escupidera requerirá extremar las precauciones y llevar piolets por si hay hielo.
En resumen, una ruta inolvidable. No hicimos cima en el Moncayo, pero disfrutamos al máximo de esta enigmática y fantástica montaña, de suaves contornos y engañosa apariencia benigna desde la lejanía, pero que esconde verticales accesos y una climatología rápidamente cambiante que convierten su ascensión invernal en un apasionante reto. Habrá que volver !!! 😜